El Papa Francisco prosigue su tratamiento contra una infección respiratoriaen el hospital, donde permanecerá el tiempo que sea necesario, informó este sábado un portavoz del Vaticano.
«Veremos cómo reacciona al tratamiento», dijo Matteo Bruni, director de la oficina de prensa del Vaticano.
«No tengo una fecha precisa (para el alta)».
El Santo Padre durmió bien en el hospital y su fiebre no subió durante la noche, dijo Bruni. Se espera que Francisco continúe recibiendo pruebas de diagnóstico este sábado, agregó.
La agencia de noticias del Vaticano reiteró que el Pontífice «pasó una noche tranquila» y desayunó y leyó periódicos mientras continúa su tratamiento.
Un funcionario del Vaticano, hablando sin autorización, dijo que el Papa no tenía fiebre hoy por la mañana.
El Sumo Pontífice, de 88 años, ha estado sufriendo de bronquitis durante más de una semana y fue llevado al hospital Gemelli de Roma para recibir tratamiento el día de ayer.
Es su cuarta hospitalización desde que su elección en 2013, y suscitó dudas acerca de su salud, que cada vez es más precaria.
El Vaticano canceló sus audiencias al menos hasta el lunes.
El hospital Gemelli, el más grande de Roma, tiene una suite especial para tratar a los papas, y es conocido especialmente por haber tratado a menudo al difunto Juan Pablo II durante su largo papado. Francisco pasó nueve días en el Gemelli en junio de 2023, cuando fue operado de una hernia abdominal.
Fue diagnosticado con bronquitis el 6 de febrero, pero había continuado realizando audiencias diarias en su suite del hotel del Vaticano. Presidió una misa al aire libre el fin de semana pasado y asistió a su audiencia general el miércoles. Sin embargo, ha estado delegando sus discursos a un asistente para que los lea en voz alta, alegando que tenía dificultades para respirar.
Fuera del hospital este sábado, grupos de personas se reunían bajo una famosa estatua de Juan Pablo II para rezar por Francisco.
«Nos enteramos ayer por la mañana, con tristeza», dijo Giovanni Di Muro, un italiano que visitaba a su hijo en el hospital.
«Esperamos que no sea nada grave y que todo vaya bien».
El Vaticano dijo ayer por la noche que las pruebas diagnósticas indicaban que Francisco tenía una infección de las vías respiratorias.
Francisco, Sumo Pontífice desde 2013, ha tenido gripe y otros problemas de salud varias veces en los últimos dos años.
De joven desarrolló un caso de pleuresía y le extirparon parte de uno de sus pulmones, y en los últimos tiempos ha sido propenso a las infecciones pulmonares.
Le extirparon 33 centímetros de su intestino grueso en 2021 debido a un estrechamiento del colon. Se sometió a una cirugía abdominal adicional en 2023 para eliminar tejido cicatricial intestinal y reparar una hernia. Utiliza una silla de ruedas, andador o bastón al moverse por su apartamento y recientemente se cayó dos veces, lastimándose el brazo y la barbilla.
Padece problemas respiratorios desde mediados de diciembre. En enero y febrero renunció a leer sus discursos en varios actos públicos, a los que asistió pero en los que pidió a sus ayudantes que leyeran lo que había preparado.
Anteriormente, reveló que durante una hospitalización en hace dos años, en realidad fue diagnosticado con «una neumonía aguda y fuerte, en la parte inferior de los pulmones».
A veces, la bronquitis puede llevar a una neumonía, una infección más profunda y grave de los sacos de aire de los pulmones. Los médicos pueden detectar neumonía al escuchar un sonido crepitante o silbante en los pulmones mientras el paciente respira, pero a menudo se necesitan otras pruebas, incluyendo una radiografía de tórax y oximetría de pulso que mide cuánto oxígeno hay en la sangre.
El tratamiento varía según la gravedad, pero puede incluir la administración de oxígeno a través de un tubo nasal o máscara, líquidos intravenosos, y tratamiento de la causa subyacente de la infección.