La Arquidiócesis de México afirmó que el caso del bebé que fue abandonado por sus padres en Tultitlán, Estado de México, tras un intento de aborto, no es un argumento para legalizar la interrupción del embarazo.
En su Editorial Desde la Fe, la Iglesia católica dijo que ante lo ocurrido la semana pasada los bebés no tienen la culpa y que el linchamiento en contra de los jóvenes padres no es justo.
«Hay varias aristas que no pueden pasar desapercibidas, y más cuando hay quienes intentan argumentar que para evitar una situación como esta, se debe aprobar el aborto», afirmó.
El aborto, dijo, es una práctica en la que hay una muerte, que se lleva a cabo por ignorancia y por la publicidad engañosa que, consideró, hace creer que el aborto es un derecho.
«La publicidad engañosa hace creer que el aborto es un derecho, y que no pasa nada, es como tirar un pedazo de células que invadieron el cuerpo», mencionó.
«Y es hasta que públicamente se ve a un bebé moviéndose, abandonado, luchando por sobrevivir, que la sociedad se da cuenta de un acto de crueldad. Somos una sociedad de imágenes, lo que no vemos, no nos conmueve, ¿Cuántos bebés son desechados de la misma manera que se intentó hacer con este?», agregó.
Sin embargo, también dijo que es culpa de la sociedad que Lucio, de 18 años, y Diana, de 21, hayan intentado deshacerse del bebé por no enseñar la verdad a los jóvenes.
«Por enseñar sólo sobre derechos y no sobre obligaciones, por no construir un futuro esperanzador que se fundamente en valores y virtudes, en lugar de un futuro en el que parece que sólo vale el que materialmente tiene algo para presumir.
«¿Y es que acaso no es motivo de presumir un hijo? Hemos convertido el embarazo y el tener familia en una amenaza al futuro que ‘deseamos'», manifestó.