La Unidad de Medicina Familiar del IMSS, ubicada en la colonia El Paseo, continúa siendo señalada por usuarios y personal médico debido a demoras en la atención, falta de insumos básicos y un entorno laboral que ha sido descrito como tóxico e insostenible.
Trabajadores han acusado directamente a la jefatura de enfermería por presuntas agresiones físicas y verbales, que ya han sido denunciadas ante la Fiscalía General del Estado y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Aunque se han firmado minutas para frenar estas conductas, el problema persiste y ha generado temor y desmotivación entre el personal.
“Hay quienes ya están considerando solicitar su cambio de unidad o incluso dejar el instituto”, indicó una fuente que pidió el anonimato por temor a represalias.
Además de afectar al equipo médico, algunos derechohabientes afirman haber presenciado malos tratos y actitudes altaneras por parte de ciertos mandos, lo que impacta directamente la calidad del servicio médico.
Ante la falta de una respuesta clara por parte de la delegación estatal del IMSS, pacientes y trabajadores hacen un llamado urgente a intervenir con medidas disciplinarias, auditorías internas y garantías de que el entorno laboral sea libre de violencia institucional.
“No es solo un problema entre empleados, también se refleja en la atención que reciben quienes más necesitan el servicio”, denunciaron familiares de pacientes.