El secretario de Seguridad federal descartó indicios de colaboración entre ambas organizaciones y atribuyó las narcomantas y chalecos con siglas del CJNG en Sinaloa a intentos de intimidación.
Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, afirmó este miércoles que “no hay ningún indicio” de una alianza entre Los Chapitos (facción del Cártel de Sinaloa) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Reconoció la presencia de narcomantas y el aseguramiento de chalecos antibalas con siglas del CJNG en Culiacán, pero sostuvo que la principal hipótesis es que se trata de engaños para amedrentar a rivales. “No ha habido ninguna detención que confirme esta alianza”, subrayó.
El desmentido ocurre en un contexto de guerra interna en el Cártel de Sinaloa entre Los Chapitos y herederos de Ismael “El Mayo” Zambada, conflicto que ha sacudido a Culiacán y otros municipios desde hace casi un año, con consecuencias letales y parálisis social. Paralelamente, en EE UU inició el juicio a El Mayo, quien admitió culpabilidad por conspiración y dirección del cártel y declaró que durante años sobornó autoridades mexicanas de distintos niveles.
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Cuestionado por esos dichos, García Harfuch señaló que no tiene información de pagos a marinos, militares o funcionarios federales. La presidenta Claudia Sheinbaum también evitó conjeturas y pidió denuncias puntuales para sustentar señalamientos.
Pese a los golpes a su cúpula, el funcionario advirtió que el Cártel de Sinaloa no puede darse por “terminado”: opera con varias células y liderazgos (entre ellos El Guano, hermano de El Chapo, y El Chapo Isidro), aunque algunas facciones están mermadas. En este marco, versiones de la DEA que sugerían una posible coordinación Chapitos–CJNG no han sido corroboradas en campo por las autoridades mexicanas.