El nuevo plan agroalimentario se montará sobre la Iniciativa Privada.
El Gobierno federal anunció ayer su programa para el campo mexicano, que incluye una negociación con las empresas para bajar 10 por ciento el precio de la tortilla y que asuma su responsabilidad laboral con los 2 millones de jornaleros agrícolas que contrata cada año para levantar las cosechas.
Tras reconocer que el precio de la tortilla aumentó, el Secretario de Agricultura, Julio Berdegué, informó que se busca un acuerdo con empresarios para reducir el costo del producto básico, en términos reales, durante este sexenio.
«Tenemos que pensar en nuestros consumidores. Particularmente, las personas más pobres y vulnerables de este País gastan un porcentaje muy alto de todo su ingreso en comprar tortilla, que es muy importante en su alimentación.
«Se trata de trabajar con todos los actores de la cadena para ver cómo le hacemos para bajar este precio. Los vamos a invitar a un acuerdo nacional por el maíz y la tortilla con la meta de bajar el precio de la tortilla durante el sexenio hasta un 10 por ciento en términos reales», dijo Berdegué.
Este nuevo intento por bajar el precio de la tortilla tiene como antecedente las gestiones de AMLO en septiembre de 2022, cuando convocó a empresarios, como Juan González Moreno, presidente de Maseca, y a directivos de Minsa, para revisar el comportamiento de los precios de la harina de maíz.
Durante la conferencia de la Presidenta Claudia Sheinbaum, el titular de Sader advirtió sobre la responsabilidad laboral que deberán asumir los grandes productores con los trabajadores del campo.
Como parte del proyecto de «soberanía alimentaria», el Gobierno pretende crear una empresa para garantizar la calidad de las semillas, que tendrá como prioridad inicial mejorar el frijol, para aumentar la producción nacional y frenar la importación de 300 mil toneladas al año.
Además, se pondrá en marcha un programa de tecnificación de riego, para garantizar el uso eficiente del líquido, ya que, a pesar de la compleja situación hídrica por la que atraviesa el País, el 75 por ciento de ese recurso es utilizado para la agricultura.
También se anunció un programa para dar acompañamiento técnico, crédito y seguros para enfrentar las sequías, pero sólo para 600 mil productores de mil 200 municipios de alta pobreza.
Además, se darán apoyos focalizados a pequeños y medianos productores de ganadería sustentable en Chiapas, Tabasco y Campeche, y se hará una revisión a los padrones de los programas de Fertilizantes y Producción para el Bienestar, con la finalidad de entregar el dinero sólo a quienes lo necesitan.
Ven programa ochentero
Para la agencia AP, el nuevo plan de la Presidenta de México podría hacer que la producción y distribución de alimentos del País se parezcan mucho a lo que imperaba en los años ochenta, cuando las comidas en México estaban dominadas por tortillas, frijoles, café instantáneo y chocolate caliente barato.
Hace cuatro décadas, los ingredientes para esas comidas se compraban a menudo en tiendas gubernamentales.
Las políticas parecen ir en contra de las tendencias del mercado y del aspecto actual de las ventas de alimentos mexicanos, cuando ha caído en general el consumo de los viejos productos básicos.
La mayoría de los mexicanos hoy compra en tiendas de comestibles modernas, y el consumo de café recién molido, no instantáneo, ha aumentado enormemente.