Sin discusión en el Pleno y mediante un trámite acelerado, el Congreso del Estado de San Luis Potosí aprobó este domingo la llamada “Ley Gobernadora”, una reforma electoral que obliga a los partidos políticos a postular exclusivamente a mujeres para la gubernatura en el proceso electoral de 2027.
La votación se realizó durante la sesión ordinaria número 59, con la presencia de los 27 diputados, y el dictamen fue aprobado con 19 votos a favor y 8 en contra, sin abstenciones, de acuerdo con el registro electrónico del Poder Legislativo.
Llamó la atención que los votos en contra provinieron de seis diputados de Morena y dos del PAN, mientras que las legisladoras panistas Aranza Puente y Mireya Vancini votaron a favor, evidenciando una fractura interna en ambas bancadas.
La reforma, impulsada originalmente por el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (Ceepac), modifica tanto la Constitución Política del Estado como la Ley Electoral de San Luis Potosí, bajo el argumento de garantizar la igualdad sustantiva y eliminar barreras históricas para la participación política de las mujeres.
Además de establecer la paridad obligatoria en la candidatura a la gubernatura, el dictamen aprobado incluye una serie de ajustes al marco electoral local, entre ellos el adelanto del inicio del proceso electoral, modificaciones en fiscalización, prerrogativas, procedimientos de quejas, remuneraciones, así como la obligación de realizar debates en los municipios con mayor lista nominal.
El aval legislativo se dio sin debate en el Pleno, con el respaldo de las fracciones del Partido Verde, PT, PRI y Movimiento Ciudadano, pese a que en días previos algunos grupos parlamentarios habían anticipado reservas y posibles cuestionamientos jurídicos, incluidos escenarios de impugnación mediante acciones de inconstitucionalidad.
Con esta votación, el Congreso dejó firme la ruta legal para que San Luis Potosí tenga por primera vez una mujer gobernadora, en un proceso marcado por la rapidez legislativa, la falta de deliberación pública y la división interna de los principales partidos políticos.
Al concluir la sesión, un reducido grupo de manifestantes se congregó a las afueras del Congreso del Estado para expresar su inconformidad con la reforma aprobada.






