Con 25 votos a favor y 12 en contra, las Comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos del Senado avalaron en lo general la reforma al Poder Judicial, aprobada por diputados de Morena y aliados el pasado miércoles en una sede alterna.
El dictamen tuvo 12 votos a favor y 6 en contra en la Comisión de Puntos constitucionales; en la Comisión de Puntos Legislativos fue aprobado con 13 votos a favor y 6 en contra.
Ahora, los senadores discuten los artículos reservados.
En la sesión, conducida por Ernestina Godoy y Citlalli Hernández, dos de las más allegadas de Claudia Sheinbaum, legisladores de Oposición plantearon sus preocupaciones en torno al dictamen.
Los senadores panistas Ricardo Anaya, Marko Cortés, Gustavo Sánchez Vázquez y Mayuli Latifa Martínez participaron en la sesión «bajo cautela», pues recordaron que existen órdenes judiciales para que se detuviera el proceso legislativo.
Alejandra Barrales, de Movimiento Ciudadano, acusó que el dictamen no propone democratizar la justicia, sino controlarla desde el Poder Judicial.
«Hoy, con este dictamen, se convoca a que dos poderes de la Unión, el Ejecutivo y el Legislativo, nos unamos para someter a un tercer poder, al Poder Judicial», manifestó Barrales.
«Cuando los gobiernos politizan la justicia en nombre de los pueblos, sólo es para disfrazar una dictadura, para quedarse con el control absoluto en un país», afirmó.
La priista Carolina Viggiano afirmó que la minuta es deficiente, no sólo por su diseño, también por su distorsión.
«Morena ha decidido convertir a México en un conejillo de experimentos», señaló.
Ricardo Anaya, del PAN, coincidió en que hace falta una reforma profunda al sistema de justicia en México, pero afirmó que en el dictamen saltan «a la vista tres trampas».
«Primera trampa y primer engaño: le dicen a la gente que va a poder votar de manera libre y directa y secreta para escoger a jueces, a magistrados», dijo.
La segunda, mencionó, es el número de boletas que hará que ese ejercicio uno de confusión, lejos de ser uno democrático.
«Donde la gente termine simplemente escogiendo al azar, los del cuadrito del Ejecutivo», lamentó.
La tercera trampa, que describió como la más grave, es la creación de un Tribunal de disciplina.
«Cinco personas que van a tener un poder que jamás ha tenido una autoridad en México, también preseleccionadas por Morena, con control total, y que tendrán tres facultades: la primera, como instancia única, no hay posibilidad de ir a otra instancia, pueden quitar a una jueza o a un juez del cargo, y no hay otra instancia.
«Segunda facultad: le dan vista al Ministerio Público y lo pueden meter a la cárcel; y tercera facultad, vía juicio político, lo inhabilitan 20 años para volver a ser servidor público», agregó.
«Que no se diga que bajo nuestra responsabilidad se destruyo el equilibrio de poderes que ha sostenido a nuestra nación muchas veces a pesar de sus malos gobernantes», expresó el senador emecista Luis Donaldo Colosio Riojas.
Colosio Riojas también criticó la figura de los jueces sin rostro como una «regresión».
«La justicia sin transparencia es una injusticia completa», aseveró.
Sin embargo, el senador morenista Oscar Cantón Zetina aseguró que la reforma judicial es solamente un «primer paso para recuperar la paz».
Ana Lilia Rivera Rivera, también de Morena, aseguró que la mayoría legislativa busca «democratizar» la justicia.
«Las reglas de la democracia son claras: Las minorías cuentan, pero las mayorías mandan (…) El pueblo de México ya decidió, y está a favor de la reforma al Poder Judicial», afirmó.