El empresario argentino fue detenido por violar su libertad condicional luego de viajar a Panamá. Te decimos todo sobre su caso.
Durante la madrugada del martes 16 de julio, el empresario Carlos Ahumada Kurtz llegó a la Ciudad de México luego de ser extraditado de Argentina. Tras ello, fue ingresado al hangar de la Fiscalía General de la República.
El empresario despegó en un vuelo alrededor de las 22:00 horas del lunes 15 de julio para arribar minutos después de las 05:00 horas de martes al Aeropuerto Internacional Benito Juárez, en la capital del país.
Ahumada Kurtz fue detenido en junio por violar su libertad condicional luego de viajar a Panamá, donde gracias a la ficha roja emitida por la Interpol logró ser retenido y deportado a Paraguay, quien lo entregó a Argentina.
Ahumada fue llevado a las oficinas de la fiscalía poco antes de las 6 de la mañana para proceder con las formalidades de su extradición, la cual él mismo aceptó, para enfrentar la petición de reaprehensión que hay en su contra por una sentencia emitida en 2009 por fraude.
Ahora la defensa del empresario argentino Carlos Ahumada se prepara para solicitar ante un juez que decrete la prescripción del delito de fraude por el que fue condenado a 5 años de prisión en 2009.
Carlos Ahumada, ‘blindado’ ante detención
De acuerdo con el expediente judicial, al que se tuvo acceso, la suspensión otorgada por María del Carmen Sánchez Cisneros, jueza Cuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal, protege al empresario contra actos de los jueces locales de los Tribunales Superiores de Justicia de la Ciudad de México y del Estado de México.
De igual manera, contra jueces de control de los Centros de Justicia Penales Federales de los reclusorios Norte, Sur y Oriente, y del penal de máxima seguridad del Altiplano.
En tanto, la Fiscalía General de la República y la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México y las áreas de ambas dependencias están impedidas para actuar en su contra.
La suspensión provisional lo escuda para que no sea privado de la libertad, con independencia de que el delito por el que se le haya dictado la orden sea o no de los que ameritan prisión preventiva oficiosa.
Aunque la libertad de Carlos Ahumada está en manos de la jueza de amparo, el empresario, debe estar a disposición del juez de la causa que lo requiera.