El Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2024 fue otorgado a los estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun por su descubrimiento del microARN, diminutos fragmentos de material genético que alteran el funcionamiento de los genes a nivel celular y podrían conducir a nuevas formas de tratar el cáncer.
La Asamblea Nobel del Instituto Karolinska, que entregó el Premio, dijo que el descubrimiento está «demostrando ser fundamentalmente importante para el desarrollo y funcionamiento de los organismos».
«Su descubrimiento revolucionario reveló un principio completamente nuevo de regulación genética que resultó ser esencial para los organismos multicelulares, incluidos los humanos», dijo el Comité del Nobel en un comunicado.
Los microARN son una nueva clase de diminutas moléculas de ARN esenciales en la regulación de los genes. Actualmente, se sabe que el genoma humano codifica más de mil microARN diferentes.
Cada célula contiene los mismos cromosomas y, por lo tanto, exactamente el mismo conjunto de genes e instrucciones. La regulación genética permite que cada célula seleccione solo las instrucciones relevantes. Los dos investigadores se interesaron en cómo se desarrollan los diferentes tipos de células y descubrieron los microARN.
Ambros, de 70 años, y Ruvkun, de 72, publicaron en 1993 en dos artículos separados sus hallazgos sobre «un nuevo nivel de regulación de los genes», que fue decisivo.
Los dos biólogos, que colaboran juntos, pero trabajan por su cuenta, llevaron a cabo sus investigaciones a partir de un gusano redondo de un milímetro, el C. elegans, para determinar por qué y cuándo se producen las mutaciones celulares.
El microARN ha abierto nuevas estrategias para los científicos a la hora de tratar enfermedades como el cáncer al ayudar a regular cómo funcionan los genes a nivel celular, indicó la doctora Claire Fletcher, profesora de oncología molecular en el Imperial College London.
«Si tomamos el ejemplo del cáncer, tendremos a un gen concreto trabajando de más, podría haber mutado y está trabajando en exceso», dijo.
«Podemos tomar un microARN que sabemos modifica la actividad de ese gen y podemos suministrar ese microARN concreto a las células cancerosas para que ese gen mutado deje de tener su efecto».
Hay pruebas clínicas en marcha para estudiar cómo podrían emplearse técnicas con microARN para ayudar a tratar el cáncer de piel, aunque todavía no hay ningún tratamiento farmacológico aprobado por los organismos reguladores, indicó Fletcher. Eso podría tomar entre cinco y 10 años, estimó.
El microARN ofrece otra forma de controlar el comportamiento de los genes para tratar y seguir el rastro a diferentes enfermedades, añadió.
«La mayoría de terapias que tenemos en este momento van dirigidas a las proteínas en las células», dijo.
«Si podemos intervenir al nivel del microARN, eso abre toda una nueva forma de desarrollar medicinas y controlar la actividad de los genes cuyos niveles pueden verse alterados en enfermedades».
‘¡Es increíble!’
«¡Es algo gigante! ¡Es un terremoto!», declaró Ruvkun a la radio pública sueca SR poco después de haber recibido la noticia en plena madrugada, debido al cambio de hora.
«Mi perro no entiende por qué estamos corriendo por toda la casa, cuando aún no sale el sol», añadió.
El segundo laureado, su compatriota Victor Ambros, mostró el mismo entusiasmo.
«¡Guau! ¡Es increíble! No lo sabía», le dijo al reportero de SR que le dio la buena noticia.
Thomas Perlmann, secretario general del Comité del Nobel, dijo que había hablado con Ruvkun por teléfono poco antes del anuncio.
«Tardó mucho en llegar al teléfono y parecía muy cansado, pero en seguida estuvo bastante emocionado y feliz, cuando comprendió de qué iba todo», contó.
El año pasado, el Nobel de Medicina fue para la investigadora húngara Katalin Kariko y el estadounidense Drew Weissman por el desarrollo de la tecnología de ARN mensajero que abrió el camino para las vacunas contra el Covid-19 de Pfizer/BioNTech y Moderna.
El galardón conlleva una recompensa de 11 millones de coronas (más de un millón de dólares) en efectivo, que se reparten en caso de haber varios ganadores. El monto se obtiene de un fondo dejado por el creador del certamen, el inventor sueco Alfred Nobel.
Ambros realizó sus investigaciones en la Universidad de Harvard. Actualmente, es profesor de ciencias naturales en la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts.
Los trabajos de Ruvkun fueron en el Hospital General de Massachusetts y en la Facultad de Medicina de Harvard, donde es profesor de genética.
El Nobel de Medicina se ha entregado 114 veces a un total de 227 laureados. Apenas 13 mujeres han conseguido el reconocimiento.
El anuncio de este lunes marcó el inicio de la temporada de entrega de premios Nobel de este año. Mañana se conocerá el Premio de Física, el miércoles el de Química y el jueves el de Literatura.
El Premio Nobel de la Paz se revelará el viernes y el de Economía se anunciará el 14 de octubre.
Los ganadores están invitados a recibir sus premios en ceremonias el 10 de diciembre, el aniversario de la muerte de Nobel.
‘Año blanco’
El Nobel de la Paz, el más destacado, nunca ha sido tan difícil de predecir, con las catástrofes multiplicándose por todo el planeta.
Dan Smith, director del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (Sipri), se inclina por un «año blanco«, es decir, que no se conceda el Premio, como ya ocurrió en 19 ocasiones en toda su historia, la última de ellas en 1972, en plena guerra de Vietnam.
«Quizás sea hora de decir: ‘Sí, mucha gente trabaja muy duro, pero sin resultado y hace falta que más personas y dirigentes mundiales despierten y se den cuenta de que estamos en una situación sumamente peligrosa'», declaró a AFP.
Con información de AP, AFP y Xinhua