- La Flor de los Muertos es parte de la historia y tradición
Cada año celebramos una de las tradiciones más emblemáticas de México: el Día de Muertos y uno de los símbolos más característicos de esta celebración es la flor de cempasúchil, cuyo brillante color anaranjado ilumina los altares y cementerios, evocando el recuerdo de los seres queridos que han partido. Pero detrás de esta flor, cargada de simbolismo y tradición, existe una historia de esfuerzo y trabajo que comienza meses antes de que adorne los altares.
La flor de cempasúchil, también conocida como «flor de los muertos», tiene profundas raíces en la cultura prehispánica. Los mexicas creían que sus pétalos guiaban las almas de los difuntos de regreso al mundo de los vivos, sirviendo como una suerte de «camino» que iluminaba el trayecto de las almas hacia los altares que les rendían homenaje. Esta tradición ha sobrevivido al paso de los siglos y, hoy en día, es uno de los elementos esenciales en la festividad del Día de Muertos.
El 1 y 2 de noviembre, los panteones y hogares de México se llenan de los vibrantes colores amarillo y naranja para celebrar el Día de Muertos. Las tumbas se adornan con flores de cempasúchil, anunciando la festividad. Dentro de las casas, un camino de pétalos de esta flor guía a las ánimas hacia sus ofrendas.
La flor de cempasúchil es un símbolo icónico del Día de Muertos. Su color y aroma aportan un toque festivo a las ofrendas y sepulturas de los seres queridos fallecidos.
El significado cultural de la flor
Más allá de su valor económico, el cempasúchil tiene un significado cultural profundo. Sus pétalos representan la vida y la muerte, la luz y la oscuridad. Colocada en los altares, la flor no solo adorna, sino que establece una conexión espiritual entre el mundo de los vivos y los muertos. «La flor de cempasúchil es esencial en el Día de Muertos porque simboliza el amor y el respeto hacia nuestros difuntos. Es una manera de honrarlos y recordarlos con cariño», comentó Valeria González, antropóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La Flor de Cempasúchil enfrenta desafíos por el clima y la post-pandemia
El cempasúchil, flor emblemática del Día de Muertos, está en pleno proceso de cosecha en varias regiones de México, y los productores trabajan arduamente para llevar esta flor a los mercados. En Ingrata Noticia hablamos con Eerón Ramírez, productor de la flor de cempasúchil en la comunidad de Los Pollitos, en el municipio de Mezquitic de Carmona, quien nos compartió cómo ha sido este año de producción y los retos que enfrenta el sector.
«Yo soy productor de cempasúchil desde toda mi vida, comencé con mis padres, ellos nos inculcaron esta tradición. Yo tengo 43 años y mi papá tiene 80 años imagínense ellos por generaciones han sembrado esta flor. En mi familia hemos sembrado la flor por generaciones, y aunque este año la lluvia afectó algunas zonas, en otras hemos logrado mantener la producción», comentó Eerón, quien también explicó que el proceso de siembra comienza a mediados de julio.
El cultivo de esta flor es un proceso que requiere mucho trabajo y paciencia. “Sembramos entre el 10 y el 15 de julio y la trasplantamos alrededor de un mes después, entre el 10 y el 15 de agosto. Desde ese momento, la flor necesita riego constante, dos veces por semana, y fumigaciones semanales para evitar plagas. La floración empieza a fines de septiembre y para el 25 de octubre, ya estamos listos para la venta”.
Sin embargo, el clima ha sido un factor importante en la producción. «Este año llovió mucho, lo que nos ha permitido tener buena cosecha en algunas áreas, pero en otras, la lluvia arruinó parte de la flor», señala. Además de los desafíos climáticos, Eeron mencionó que la pandemia de COVID-19 también afectó el negocio: “Durante la pandemia, la venta bajó muchísimo. La gente dejó de comprar flores para los altares y, aunque hemos regresado a la normalidad, aún no hemos recuperado el nivel de ventas que teníamos antes”.
El productor de flores, señaló que las ventas mayoritarias se realizan en el Mercado Bicentenario en San Luis Potosí, donde él y otros productores de la región llevan su cosecha. «Nosotros llegamos al mercado desde el 28 de octubre y ahí es donde vendemos la mayor parte de nuestra producción. Antes de la pandemia, la gente solía comprar más, pero ahora ha sido difícil volver a las mismas ventas», relató el productor.
Sobre los costos de la flor este año, Eeron anticipa que los precios se mantendrán entre 80 y 150 pesos por atado, dependiendo de la cantidad de producción y la demanda en el mercado.
A pesar de las dificultades, Eeron se muestra optimista y espera que la tradición de la flor de cempasúchil siga viva en las familias mexicanas: “Es importante que sigamos apoyando estas costumbres heredadas de nuestros ancestros. El cempasúchil no solo adorna los altares, sino que también es un símbolo de conexión con nuestros seres queridos que ya no están”.
Eerón Ramírez hizo un llamado a las autoridades y a la sociedad en general para que se promueva y apoye más la producción local de la flor. «No recibimos ningún apoyo del gobierno, pero seguimos luchando por mantener esta tradición viva. Ojalá más gente se acerque al mercado Bicentenario para conocer y valorar el trabajo detrás de esta flor», concluyó.
Eeron Ramírez y otros productores estarán en el Mercado Bicentenario a partir del 28 de octubre, ofreciendo su cosecha de cempasúchil, lista para embellecer los altares de Día de Muertos y continuar con una tradición que une generaciones.
Aquí algunos datos interesantes sobre el significado y uso de esta flor:
Significado del cempasúchil: El nombre proviene del náhuatl Cempohualxochitl, que significa “veinte flores” o “varias flores”. Si alguna vez has deshojado una, entenderás por qué.
Uso en las ofrendas: Los antiguos mexicanos asociaban el color amarillo del cempasúchil con el sol, utilizándolo en ofrendas dedicadas a los muertos. Para los mexicas, la flor simbolizaba la vida y la muerte.
Variedades de cempasúchil: En México existen alrededor de 35 variantes de esta flor, y en todo el continente americano se conocen 58. Algunas tienen más pétalos, formas diferentes o colores más intensos. El tallo puede alcanzar hasta un metro de altura.
Camino de cempasúchil: Las familias mexicanas crean un camino de pétalos desde la puerta de su casa hasta la ofrenda para guiar a los espíritus de sus seres queridos hacia el altar y el banquete preparado en su honor.
Otros usos del cempasúchil: Además de su uso en ofrendas, el cempasúchil se emplea para teñir textiles, elaborar insecticidas y tratar malestares estomacales como vómitos, indigestión y diarrea. También se utiliza para tratar problemas digestivos, fiebre y enfermedades respiratorias como la tos, así como problemas de la piel como verrugas, salpullidos y llagas.
Puebla es el principal productor de cempasúchil en México, con una producción de 14,900 toneladas en 2019. También se cultiva en San Luis Potosí, Guanajuato, Michoacán y el Estado de México. Este Día de Muertos, apoya a los productores locales comprando sus flores.
