- Con Instagram y talento, diefast se convierte en un referente de la moda mexicana
- Maximiliano Hernández Álvarez: La evolución de un joven creador de moda desde San Luis Potosí al mundo
Maximiliano Hernández Álvarez, un joven de 26 años originario de San Luis Potosí, ha logrado posicionarse en el mundo de la moda con su marca diefast, que en casi cuatro años de existencia ha ganado reconocimiento, especialmente en el ámbito de los corridos tumbados.
En entrevista para “Ingrata Noticia”, Max detalla cómo su pasión por el diseño surgió bajo la influencia de su madre y evolucionó hacia una marca disruptiva que contrasta con la moda tradicional mexicana. Gracias a Instagram y colaboraciones estratégicas, ha logrado que figuras como Natanael Cano y Peso Pluma luzcan sus prendas.
Entre sus planes futuros, Max destaca el lanzamiento de una nueva colección y la creación de un sitio web para consolidar su marca, “diefast”, como un referente en la moda mexicana.
¿Cómo nació la inquietud por el diseño de modas?
Siempre me ha gustado el diseño en general: arquitectura, diseño gráfico… Sin embargo, siempre tuve una inquietud especial por la moda. La verdad, siempre me ha interesado el vestir, y comencé modificando prendas, principalmente para mí.
Así fue como empezó la idea de la marca. La gente me preguntaba de dónde eran las prendas que usaba y, poco a poco, comencé a hacer modificaciones para otras personas. Al principio, solo intervenía prendas ya hechas.
Con el tiempo, fui evolucionando la marca, aunque la dejé en pausa durante un año porque empecé a trabajar como diseñador industrial. Mi objetivo era generar ingresos para invertir en infraestructura, comprar máquinas y seguir creciendo.
Ahora ya aprendí patronaje y diseño desde cero. Elaboro las prendas completamente por mi cuenta y me he enfocado mucho en la mezclilla, un material que me gusta bastante y que, en mi opinión, no está tan explotado en México.
El estilo de mi marca lo definiría como disruptivo. Siempre trato de mantener una estética con colores neutros, aunque en ocasiones me gusta incorporar algunos contrastes de color.
¿Qué te llevó a especializarte en diseño de moda después de estudiar diseño industrial?
Desde niño siempre tuve la inquietud por la moda, en gran parte porque mi mamá se dedicaba a la costura. Siempre me llamó la atención la idea de poder confeccionar prendas por mí mismo, pero no tuve la posibilidad de estudiar moda debido a los costos, ya que es una carrera cara.
Por eso decidí estudiar diseño industrial, además de que me ofrecía más opciones laborales. Me preocupaba no encontrar empleo en el ámbito de la moda, y diseño industrial era lo más cercano.
Sin embargo, durante la carrera tuve algunos talleres de diseño de vestuario, y ahí volvió a despertarse en mí esa pasión por la moda. Después de graduarme, decidí explorarla más a fondo y comenzar a desarrollar mi propia marca.
¿Cuáles han sido los principales desafíos que has enfrentado en la industria de la moda, especialmente como diseñador en San Luis Potosí?
Creo que el principal desafío en San Luis Potosí es que la gente no está tan abierta a la moda experimental. A veces, aún cuesta digerir diferentes tipos de cortes y estilos más arriesgados en las prendas.
Actualmente, lo más difícil para mí es vender en la ciudad. La mayoría de mis ventas se concentran en ciudades grandes como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara. En cambio, aquí en San Luis no tengo un flujo de ventas constante.
Otro reto importante es el empleo. Considero que esta profesión requiere mucha dedicación y, más que buscar un trabajo tradicional, implica emprender. Desde la idea hasta la confección de una prenda, todo el proceso demanda tiempo y esfuerzo.
¿Cómo es tu proceso de diseño, desde la idea hasta la confección de una prenda?
Me baso mucho en las tendencias, siempre trato de estar al pendiente de lo que está en auge dentro de los estilos que me interesan. Analizo qué puedo modificar o adaptar y también identifico qué no quiero seguir. Me enfoco más en marcas emergentes que, en mi opinión, reflejan mejor las inquietudes de la sociedad y marcan lo que se está utilizando.
En cuanto a mi proceso creativo, lo primero que hago es bocetar. Es un hábito que adopté en la universidad. Primero defino un concepto central: si quiero diseñar un pantalón, pienso en los colores, cortes y sensaciones que quiero transmitir. Luego, realizo entre cinco y diez bocetos y voy descartando ideas o fusionando elementos hasta llegar a un diseño que me convenza.
Después, realizo el patronaje de la prenda, selecciono colores y materiales. Generalmente, no me preocupo mucho por esto último porque mi enfoque actual es la mezclilla. Una vez definido todo, confecciono un modelo principal para evaluar cómo queda la prenda y determinar si hay ajustes que hacer.
Por lo general, ahí termina el proceso. Luego tomo fotografías del producto, tanto en cuerpo como en detalle, las subo a la página y comienzan los pedidos, que siempre son bajo encargo.
¿Qué elementos de la identidad potosina o mexicana incorporas en tu trabajo, o no lo consideras necesario?
La verdad, no incorporo elementos regionales o nacionales de forma explícita en mi trabajo. A veces siento que en México dejamos un poco de lado la moda más neutra y tendemos a crear propuestas muy coloridas. Eso también está bien, porque refleja la personalidad del mexicano, pero creo que también podemos aportar algo en estilos más sobrios. No todos somos tan alegres como nos suelen representar.
Eso es precisamente lo que trato de defender en mi marca: no ser tan colorido o expresivo en las prendas, sino mantener una estética más fría y demostrar que en México también hay espacio para este tipo de propuestas.
Si hay algo que caracteriza mi marca actualmente, es el uso de la mezclilla. Me enfoco en experimentar con distintos procesos como desgastados, decolorados y cortes variados para darle un estilo propio.
¿Tienes algún proyecto o colección en desarrollo que te gustaría compartir?
Sí, en este momento lo que más tengo pendiente, junto con uno de mis amigos y socios, es el desarrollo de la página web. Queremos crear una plataforma formal, ya que actualmente todas las órdenes y pedidos los recibo por medio de mensajes en Instagram. Estamos trabajando en la página para que los clientes puedan hacer sus compras de manera más rápida y visualizar mejor los productos sin necesidad de enviarme mensajes directamente. Ese es nuestro objetivo principal.
El segundo proyecto es lanzar una nueva colección a lo largo del año. Me gustaría que incluyera distintas piezas, como sudaderas, pantalones y prendas para mujer. Planeo lanzarla aproximadamente a mitad de año y hacer que sea algo mucho más formal, ya que actualmente las prendas que saco las voy presentando poco a poco, una por una.
Esos son los dos proyectos principales en los que estamos trabajando en este momento.
¿Dónde te gustaría ver tu marca o tu trabajo en los próximos años?
Principalmente, me gustaría hacer crecer la marca aquí en México y que se convirtiera en una firma reconocida a nivel nacional. Pensando en grande, también me encantaría que lograra reconocimiento a nivel internacional.
En el futuro, y soñando aún más en grande, me gustaría presentar mis diseños en pasarelas dentro y fuera del país. También quisiera desarrollar dos líneas dentro de la marca: una más comercial y otra más exclusiva o experimental.
Además, me encantaría posicionar la marca en el extranjero. Siento que la moda está más explotada en otras partes del mundo, y me gustaría competir a ese nivel.
¿Cuál consideras que ha sido tu mayor logro hasta este momento?
Hasta ahora, creo que uno de los logros más importantes ha sido realizar una pop-up store, que fue una exhibición y tienda efímera de un día en Ciudad de México. Ahí tuve la oportunidad de acercarme a muchos clientes y personas interesadas en mis prendas, que además estaban a la venta. El evento duró todo el día y cerró con una presentación musical, lo que lo hizo aún más especial.
Otro logro significativo ha sido que algunos artistas reconocidos han usado prendas de mi marca. Creo que esto es clave para darle mayor reconocimiento y credibilidad al proyecto. Muchas personas, al ver que figuras conocidas usan la ropa, se convencen más fácilmente de comprar, especialmente porque el canal de venta principal es en línea.
Estos han sido los hitos más importantes en la trayectoria de la marca hasta ahora.
¿Qué les recomendarías a los jóvenes que, como tú, tienen la inquietud de incursionar en el mundo del diseño de moda?
Principalmente, les recomendaría que sean muy pacientes. Creo que es una industria difícil, y aunque aún no estoy completamente inmerso en ella, sé que requiere mucha perseverancia y aprendizaje autodidacta.
También es un camino de mucho trabajo personal, ya que abrirse paso y construir una red de contactos no es sencillo. Además, es una industria costosa. En mi caso, nunca he tenido facilidades económicas, así que ha sido un reto invertir en este tipo de proyectos. Por eso, creo que la clave es la paciencia, la constancia y el compromiso con su visión.