Andrés Manuel López Beltrán se convirtió ayer en Secretario de Organización de Morena, lo que le permitirá controlar la estructura y dictar la estrategia electoral y política del partido que creó su padre, el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El nuevo dirigente morenista, de 38 años, hará mancuerna con la Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, quien, por unanimidad, ganó la presidencia de Morena por los próximos tres años.
Ambos recibieron la «bendición» del Presidente López Obrador el sábado en Quintana Roo, y ahí mismo pidió a Gobernadores morenistas respaldarlos.
A ellos les tocará conducir la elección a la Cámara de Diputados y de 15 gubernaturas en 2027.
El ex senador morenista Héctor Vasconcelos propuso a López Beltrán como Secretario de Organización ante los 3 mil congresistas de Morena. Destacó su trabajo proselitista desde 2006, recorriendo el País y organizando la estructura de lo que hoy es Morena.
«He sido testigo de su persistencia», dijo el Embajador Vasconcelos.
Cuando López Beltrán tomó el micrófono, varios morenistas le gritaron «¡Presidente! ¡Presidente!». Fue uno de los más ovacionados durante la asamblea.
«Acepto la postulación para ser el próximo Secretario de Organización, para mí son momentos de difícil interpretación porque me da mucho gusto iniciar mi carrera aquí, donde siempre estuve, pero me da una enorme tristeza hacerlo al tiempo que se retira nuestro máximo dirigente.
«Todos sabemos que él seguirá presente en este partido, con su ejemplo, con su legado. Nuestro trabajo al frente de esa Secretaría será mantener ese legado, esa línea», afirmó.
Para frenar las voces que lo ubican como el relevo real de su padre, López Beltrán aclaró que cuando se habla de relevo generacional, la referencia es a Claudia Sheinbaum.
«Que todos entendamos que cuando se habla de ese relevo, se habla de nuestra Presidenta electa», acotó.
La elección de 9 de las 12 posiciones de la dirigencia nacional de Morena se dio, en su mayoría, por unanimidad, sin embargo, algunos congresistas del Edomex se dijeron inconformes porque la construcción de la planilla única se hizo desde la dirigencia.
López Obrador buscó el sábado al Gobernador de Sonora y presidente del Consejo Nacional de Morena, Alfonso Durazo, para entregarle una carta de despedida, que le pidió leer en el Congreso.
«No permitan que los antiguos vicios y perversiones de la política florezcan en nuestras filas. Eviten la prepotencia, la búsqueda del poder por el poder, la soberbia, la corrupción, el nepotismo y el sectarismo. No roben, no mientan, no traicionen nunca al pueblo. Y sigan construyendo la nación soberana, democrática, justa, libre y amorosa que imaginamos cuando empezamos nuestro caminar», expresó AMLO.