El sacerdote Antonio María Cabrera Cabrera, cercano a Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, fue detenido porque en múltiples ocasiones presuntamente violó y abusó sexualmente de un niño, desde los 6 y hasta que cumplió los 13 años de edad.
Aunque las agresiones sexuales iniciaron en 2003, la imputación que hoy será formulada en una audiencia contra el sacerdote legionario, se refiere a las registradas en tres fechas concretas: el 16 de mayo de 2004, el 28 de abril de 2007 y el 24 de diciembre de 2011.
UN DECESO Y LA PETICIÓN DE MACIEL
La víctima, de iniciales P.Z.D.F., es uno de los tres hijos de una familia de empresarios dedicados a la fabricación de envases metálicos para la industria alimentaria y de bebidas, los que proveían a cerveceras y refresqueras.
En 1999, cuando falleció de cáncer el abuelo paterno de la víctima, Marcial Maciel pidió a Cabrera que acompañara el duelo de la familia y se convirtió en una especie de consejero y “guía espiritual”, según narraron allegados.
A partir de ese momento, el sacerdote empezó a frecuentar hasta cuatro veces por semana la casa de la familia en Lomas de Tecamachalco y, para algunos de sus integrantes, llegó a convertirse en una persona muy querida.
Debido a la inseguridad, la familia dejó el País desde hace más de una década, primero se instaló en Aspen, Colorado, y después en Madrid, donde a la fecha reside.

LA CONFESIÓN

De acuerdo con un conocedor del caso, P.Z.D.F. habló por primera vez de las agresiones sexuales hasta que tenía 16 o 17 años de edad. Ocurrió en España, en una consulta con un psiquiatra, y por medio del especialista se enteraron sus padres.
En su adolescencia, la víctima relató detalles de tres de las agresiones que recordaba porque ocurrieron en fechas significativas.
La primera, en el cumpleaños de su abuela paterna, el 16 de mayo de 2004; la segunda, en la boda de su hermano mayor, el 28 de abril de 2007; y la tercera, el 24 de diciembre de 2011, en Navidad. La familia tiene fotografías que, en principio, confirman que el sacerdote los acompañó en esas celebraciones.
LA RESPUESTA EN ROMA
En 2017, la madre de P.Z.D.F. fue a Roma y le expuso la situación al Padre Florián Rodero, sacerdote legionario, quien le respondió que no se preocupara, que seguramente se trataba de un “hecho aislado”, según cartas que envió la señora a distintos dignatarios de la Iglesia.
Florián le comentó en esa ocasión que “probablemente había sido una atracción muy puntual hacía su hijo, y que no se preocupara, ya que seguramente no haría daño a ningún niño más”.
Después de tocar varias puertas, a fines de 2022 la madre acudió ante la Oficina de Ambientes Seguros del Territorio de México de los Legionarios de Cristo, para denunciar los hechos.
Según la misiva que la madre envió a Bernardito Auza, Nuncio Apostólico en España, en el verano de 2023, esa investigación concluyó, pero no le informaron el resultado.
Agrega que, debido a que el director Territorial de los Legionarios, Alberto Simán Dada, se había quedado con “dudas” sobre las conclusiones de esa investigación, solicitó al Dicasterio para la Doctrina de la Fe una nueva indagatoria.
La señora insistió a los Legionarios para que le informaran de los avances del caso y a principios de este año le dijeron que ahora la investigación contra Cabrera se encontraba en el Tribunal de la Rota en Madrid.

LA DENUNCIA
REFORMA consultó al despacho Contreras, Mascareñas y Pérez Duarte, que aparece como asesor jurídico de la víctima en las actuaciones judiciales.
Los litigantes indicaron que en su momento los Legionarios recibieron una acusación por parte de abogados eclesiales de la fundación Iustia Ratio A.C., quienes concluyeron que habían pruebas que indicaban que Cabrera sí había abusado sexualmente de la víctima.

Sin embargo, de acuerdo con los asesores, la orden religiosa decidió despedir a los litigantes católicos.
Ante la imposibilidad de sanción, P.Z.D.F. decidió denunciar a Cabrera ante la Fiscalía del Estado de México, el pasado 16 de enero.
El 26 de mayo, un juez de control de Tlalnepantla ordenó la aprehensión del sacerdote y tras su captura en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México fue internado en el Penal de Barrientos.
Hoy viernes, dos décadas después de las supuestas violaciones y abusos, el sacerdote comparecerá ante un juez penal, en una audiencia donde será imputado del delito.