El pasado 22 de julio se publicó en el Periódico Oficial del Estado el decreto por el cual el Congreso del Estado determinó la creación del municipio número 59, Villa de Pozos.
Iniciaremos calificando esta determinación como algo carente de practicidad, alineado únicamente a intereses personales de políticos y en afectación de la población. Una barrabasada.
En ningún momento de este proceso desatinado quedó claro cuál sería el beneficio real para la población con este movimiento. Las supuestas consultas ciudadanas, sumamente tendenciosas y por decir lo menos, sospechosas, que dieron pie a que “el pueblo expresara su voluntad”, para que esta “ilusión” que tenían los Poceños desde hace “décadas” se hiciera realidad. Magnánimos discursos para palabras tan vacías.
¿Qué sucederá ahora con Villa de Pozos? Primero, la información vertida en esta columna se encuentra fundada en el decreto de creación municipal.
Para empezar, es un botín político muy importante, el Municipio podrá estar integrado por un cabildo de un Presidente, dos Síndicos, y hasta doce regidores. Número importante de plazas políticas.
Luego, el Municipio tendrá que crear todas las dependencias indispensables, para su funcionamiento, comercio, obras públicas, educación, protección civil, seguridad, hacienda, etc. Nuevamente, un número importante de plazas políticas.
Después el Municipio tendrá que contratar todos aquellos servicios que considere precisos para su labor. Imagine la cantidad de dinero que habrá disponible para contratar y pagar, todo desde cero.
Pero uno de los problemas más importantes viene en la transición de la separación. Al igual que en un divorcio, se tienen que repartir los bienes y se tiene que ver quién paga qué de los gastos que se generen. En el quinto transitorio del Decreto, le cargan el muerto al Municipio de San Luis Potosí, quien tendrá que hacerse cargo hasta en tanto se nombre un Concejo Municipal, el cual fungirá como autoridad regente hasta que se realicen elecciones.
Galindo en conferencia de prensa dio su posicionamiento. El mensaje es “ya no es mi problema”. Uy, vaya estado de indefensión e inseguridad jurídica, patrimonial y social en que se quedan las personas que habitan esta demarcación. Debemos entender que, en parte, el Presidente reelecto tiene razón, el Municipio de Villa de Pozos ya cuenta con forma propia y no se pueden entrometer entre demarcaciones territoriales, no son su competencia. Por competencia debemos entender la atribución jurídica otorgada a ciertos órganos del Estado, para ejercer funciones. Incluso si Galindo por buena gente y por no dejar a la deriva a la gente de Pozos, sigue ejerciendo sus atribuciones con actos de autoridad estaría incurriendo en responsabilidades hacia él o los funcionarios que las ejerzan. Esto se parece a la canción que dice “si tu te vas y yo me voy ¿con quien se queda el perro?”.
¿Quién cree que nombrará este Concejo Municipal? Pues el Congreso del Estado, y ¿quién cree que tiene el control de los lacayos que ahí se ostentan como un poder autónomo? Pues sí, adivinó, el Gobernador. Entonces realmente ¿quién nombrará este Concejo? Sí, Ricardo. ¿quién cree que aprovechará toda esta creación que se tiene que hacer? No hace falta repetirlo. Cuando los Poceños elijan a alguien mediante su voto ya todo estará formado y las cosas encarriladas, lo bueno estará en la creación, no cuando lleguen los del voto, a estos ya les tocará lo feo y difícil, que es el correcto funcionamiento.
Una más para que le de risa, en Wikipedia, ya está actualizada la información de Villa de Pozos, como el municipio 59 y que está encabezada por un Consejo Municipal. Ante todo, lo urgente de lo urgente.
Por último y en otro tema, empiezan los juegos olímpicos. Sigamos a nuestros atletas en la máxima exhibición del deporte, esos que sin apoyo logran lo inimaginable. Hay dos que son orgullosamente potosinos, Jorge Iga y Fátima Herrera.
