El mal estado físico de las carreteras federales en el País, sobre todo las libres de peaje, tiene en jaque al sector transportista, advirtieron especialistas y participantes del sector.
Su condición no sólo provoca daños a los camiones y vehículos que circulan por ellas, también genera que se incrementen los costos operativos y que los transportistas sean más susceptibles a la delincuencia, añadieron.
Fidel Reyes, delegado de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram) en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (CDMX), aseguró que las carreteras libres del País presentan pésimas condiciones, situación que empeoró en esta Administración, pero que se ha vivido por años.
En entrevista, señaló que si se calificaran a dichas carreteras en una escala del 1 al 100, no obtendrían ni 50 puntos.
«Las cosas han estado pésimas en esta Administración en dicho aspecto (mantenimiento)», refirió.
De acuerdo con transportistas, los costos se elevan dependiendo del tamaño y condición de cada empresa, pero oscila entre 20 y 100 por ciento.
Al transitar por esos caminos en mal estado padecen por neumáticos ponchados, birlos y rines rotos, así como daños en las suspensiones, lo que puede ocasionar volcaduras.
«(Si se daña), la mitad de una suspensión de un tractocamión sale en 40 mil pesos. Si es completa, anda saliendo en 80 o 100 mil pesos. Además, se requieren piezas nuevas, y hay que esperar varios días para que lleguen», comentó en entrevista Rafael Ortiz Pacheco, presidente de la Asociación Mexicana de Transportistas A.C. (Amotac).
Además, por la baja velocidad a la que deben circular para evitar los baches o al detenerse para cambiar un neumático, aumenta el riesgo de ser asaltados, añadieron los entrevistados.
«Por la lentitud que circulamos se hacen filas y la delincuencia aprovecha para asaltar camiones y vehículos particulares», señaló Reyes.
La ponchadura de un camión cuesta 300 pesos, de un tráiler entre 350 y 400 pesos, sin contar que estas reparaciones duran hasta dos horas, añadió.
Entre las carreteras que se encuentran en mal estado, dijo, destacan la Zacatecas-Saltillo y la Carretera Federal 16, en el tramo Mazocahui-Moctezuma, en Sonora, las cuales presentan diversos baches a lo largo de su recorrido, dijo.
La Carretera 2, que va de Casas Grandes, Chihuahua, a Mexicali, es otro ejemplo de un camino en malas condiciones, pues cuando llueve se patinan los camiones, explicó Ortiz Pacheco.
Dijo que en Campeche y Veracruz los fenómenos naturales como huracanes también dañan mucho a las vialidades.
Señaló que la temporada de lluvias y huracanes es la peor para el transporte de carga terrestre por los deslaves, baches y piso resbaloso, situación que se agrava con el mal estado de los caminos.
«Se dañan nuestras unidades por los baches y no hay quien se haga responsable», sostuvo.
Los últimos datos disponibles de la Dirección General de la Conservación de las Carreteras sobre la evolución del Estado Físico de la Red Carretera Federal Libre de Peaje indicaba que en 2022, el 25 por ciento de los caminos federales era malo, 35 por ciento regular y sólo 38 por ciento bueno.