El Príncipe Andrew renunció a su título real de Duque de York, tras enfrentar años de presión pública y mediática por sus vínculos con el delincuente sexual Jeffrey Epstein.
En una declaración personal, Andrew, de 65 años, aseguró que continúa negando enérgicamente las acusaciones en su contra, pero que ha decidido tomar esta medida para no distraer el trabajo de su familia y del Reino Unido.
«Tras conversaciones con el Rey y mi familia inmediata y más amplia, hemos llegado a la conclusión de que las continuas acusaciones contra mí distraen del trabajo de Su Majestad y de la Familia Real.
«He decidido, como siempre lo he hecho, poner en primer lugar mi deber hacia mi familia y mi país. Mantengo mi decisión de hace cinco años de retirarme de la vida pública. Con el consentimiento de Su Majestad, considero que debo dar un paso más», escribió.