La presidenta electa destacó que el panista Miguel Ángel Yunes dio un posicionamiento muy claro de su apoyo a la reforma judicial
Al asegurar que la aprobación de la reforma judicial fortalecerá la impartición de justicia y acabará con la corrupción y privilegios, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, dijo que si los trabajadores del Poder Judicial van a mantenerse en paso, no deberían cobrar su salario porque «es muy cómodo no trabajar y seguir cobrando 400 mil pesos mensuales».
«Es una decisión del pueblo de México, no solamente la elección del 2 de junio. Si uno hace encuestas, el 70% prácticamente de la ciudadanía está de acuerdo que se elija a jueces, magistrados y ministros, y se cuida la manera en que van a ser seleccionados; un comité, una convocatoria pública, que queda establecido en la Constitución», dijo en entrevista.
«La reforma al Poder Judicial es un hecho y es muy buena para México porque va a fortalecer la impartición de justicia, y acabar con lo que queda del régimen de corrupción y privilegios es la hora de la transformación para el bien del pueblo», declaró.
Sobre el voto a favor que emitió el senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez, Sheinbaum indicó que es una decisión que él tomó: «Dio un posicionamiento muy claro de porqué la está apoyando, es una buena reflexión la que hace él».
En ese sentido, la presidenta electa descartó presiones y amenazas contra el panista: «Él tomó una buena decisión y la historia se lo va a reconocer».
Respecto al paro indefinido del Poder Judicial, Sheinbaum respondió: «Ellos están en su derecho de movilizarse, hay libertad de expresión, libertad de movilización, pero la mayoría del pueblo de México tomó una decisión el 2 de junio, y es un mandato popular».
«Si se van a mantener en paro que no cobren su salarios, es muy cómodo no trabajar y seguir cobrando 400 mil pesos mensuales o 150 mil pesos al mes, es recurso público; es decir, que es del pueblo de México», declaró.
Cuestionada si no teme que vayan a manifestarse o impedir su toma de protesta, Sheinbaum lo descartó y dijo que las manifestaciones son «parte de la democracia».