Las aerolíneas de Estados Unidos cancelaron más de 2 mil 100 vuelos este domingo, mientras el Secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió que el tráfico aéreo en el país podría «reducirse a cuentagotas» si el cierre del Gobierno federal se prolonga hasta la ajetreada temporada de viajes por el Día de Acción de Gracias.
La desaceleración en 40 de los aeropuertos más concurridos del país ya lleva tres días y está empezando a causar interrupciones más generalizadas. La FAA ordenó la semana pasada recortes de vuelos en los aeropuertos más transitados del país, ya que algunos controladores aéreos, que no han recibido pago en casi un mes, han dejado de presentarse a trabajar.
Además, solo este domingo se reportaron unos 7 mil retrasos de vuelos, según FlightAware, un sitio web que rastrea interrupciones en los viajes aéreos. Más de mil vuelos fueron cancelados el viernes y más de mil 500 el sábado.
Las reducciones de la FAA comenzaron el viernes con un 4 por ciento y aumentarán hasta un 10 por ciento para el 14 de noviembre. Están vigentes de 6 a 22 horas locales y afectarán a todas las aerolíneas comerciales.
El Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta tuvo la mayor cantidad de cancelaciones el domingo, con más de 570, seguido por el Aeropuerto Internacional Newark Liberty en Nueva Jersey, con al menos 265.
La FAA dijo que la falta de personal en Newark y en el aeropuerto LaGuardia de Nueva York estaba provocando retrasos promedio en las salidas de unos 75 minutos.
El Aeropuerto Metropolitano del Condado de Wayne en Detroit, Michigan, estaba prácticamente vacío la mañana del domingo, con tiempos mínimos de espera en los controles de seguridad, mientras los tableros de salidas y llegadas se llenaban de retrasos y cancelaciones.
Más temprano ese domingo, Duffy advirtió que el tráfico aéreo en Estados Unidos podría disminuir significativamente si el cierre persiste. Dijo que podrían ser necesarios recortes adicionales de vuelos -quizás de hasta un 20 por ciento-, especialmente después de que los controladores no reciban pago por un segundo período consecutivo.
El Gobierno ha sufrido una escasez de controladores aéreos durante años, y varias administraciones presidenciales han intentado convencer a los controladores cercanos a la jubilación para que permanezcan en sus puestos. Duffy dijo que el cierre ha agravado el problema, lo que ha llevado a algunos controladores a acelerar su retiro.
«Hasta 15 o 20 al día se están jubilando», dijo Duffy en CNN.
Duffy comentó que el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, le envió un mensaje ofreciéndole prestar controladores aéreos militares, aunque no está claro si dicho personal está certificado para trabajar en sistemas civiles.
Airlines for America, una asociación comercial que representa a las aerolíneas estadounidenses, informó que los retrasos relacionados con la falta de personal en el control de tráfico aéreo superaron las 3 mil horas el sábado, la cifra más alta desde que comenzó el cierre, y que los problemas de personal contribuyeron al 71 por ciento del tiempo total de demora.
Del 1 de octubre al 7 de noviembre, la escasez de controladores ha afectado a más de 4 millones de pasajeros en vuelos de aerolíneas estadounidenses, según Airlines for America.






