Tras cinco años de tensiones por el control del santuario de Torreciudad, el litigio entre el Opus Dei y el obispo Ángel Pérez Pueyo se encamina a una definición por parte de la Santa Sede, que —según fuentes eclesiásticas— se inclina ahora a favor de la Obra tras el cambio de pontificado y la llegada de León XIV.
Síguenos en redes sociales y mantente siempre informado.
El conflicto arrancó en 2020 por el nombramiento del rector y derivó en una disputa sobre la gestión económica del complejo. En octubre de 2024, el entonces papa Francisco intervino el santuario y designó como comisario extraordinario al español Alejandro Arellano (decano de la Rota), para conducir un acuerdo. Con el relevo en Roma, aumentó la presión para cerrar el caso.
En junio se filtró un borrador que dejaba la gestión a la Obra y reservaba al obispo la elección del rector de una terna. Pérez Pueyo no lo firmó y el 1 de julio planteó públicamente una contraoferta: aceptar la gestión del Opus Dei, pero que el santuario quedara bajo control directo del Vaticano (auditoría y aprobación de cuentas) y que se restituyerandos piezas simbólicas:
- la talla medieval de la Virgen de los Ángeles, originaria de la ermita primitiva;
- la pila bautismal de la catedral de Barbastro donde fue bautizado Josemaría Escrivá, hoy en la sede general de la Obra en Roma.
El Opus Dei respondió que se atiene a la resolución del comisario. Mientras, en Roma avanzan en paralelo los nuevos estatutos de la institución —presentados en junio— que deberán recibir el visto bueno de León XIV, tras el redimensionamiento jurídico impulsado por Francisco.
Lo que sigue: el obispo oscense encara el dilema de firmar el acuerdo o tensar de nuevo la cuerda, pero los tiempos se agotan. La decisión de la Santa Sede, que definiría la gobernanza y el estatus de Torreciudad, se espera en breve.