Aunque estos medicamentos hayan salvado millones de vidas desde hace décadas, investigadores habrían encontrado que el uso de antibióticos a edades tempranas puede aumentar el riesgo de desarrollar asma, te explicamos qué fue lo que se encontró.
Efectos del uso de antibióticos a edades tempranas
Investigadores de la Universidad de Monash en Australia investigaron cuál es el impacto de consumir antibióticos a edades tempranas, encontrando que no sólo afectan el microbioma intestinal, sino que pueden aumentar la susceptibilidad del organismo a desarrollar asma.
En el estudio se trabajó con ratones que tuvieran una predisposición al asma, posteriormente se les suministraron antibióticos en las etapas tempranas de su vida, dando como resultado que los ratones se hacían más susceptibles a la inflamación alérgica de las vías respiratorias provocada por los ácaros del polvo, lo curioso es que esta susceptibilidad se mantenía hasta la adultez.
Los expertos identificaron una molécula llamada IPA que es producida por las bacterias intestinales y que es capaz de mantener a raya la reacción alérgica que provoca el asma, y observaron que el uso de antibióticos en temprana edad alteran la producción de IPA que producen las bacterias, aumentando el riesgo de presentar asma.
En este sentido, los expertos aseguran que los bebés que presentan alto riesgo de asma y alergiastienen la microbiota alterada y, esto podría ser provocado o empeorado por la ingesta de antibióticos en etapas tempranas de la vida, pues los antibióticos también pueden eliminar las bacterias benéficas para la salud, de esto hablaremos más adelante.
¿Cómo afectan los antibióticos al microbioma y la salud respiratoria?
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica explica que el uso de antibióticos, corticoides y antiinflamatorios pueden afectar el microbioma pulmonar durante la etapa perinatal, afectando la microbiota intestinal de forma selectiva, provocando a su vez que el menor tenga una mayor susceptibilidad a las enfermedades inflamatorias pulmonares como el asma.
Como vimos anteriormente, los antibióticos tienden a alterar el equilibrio natural de las bacterias en el cuerpo, eliminando no solo los patógenos causantes de enfermedades, sino también las bacterias beneficiosas que viven en el tracto gastrointestinal y en otras partes.
Además, estudios han sugerido que los cambios en el microbioma intestinal pueden influir en la inflamación sistémica y local, lo que puede exacerbar condiciones como el asma y otras enfermedades respiratorias crónicas.
Los resultados de que los antibióticos a edades tempranas aumentan el riesgo de desarrollar asma sirven para hacer hincapié en la necesidad de usar estos medicamentos según lo recetado y no tomar a la ligera la salud intestinal de los bebés y niños.
Consejos para el uso de antibióticos en edades tempranas
La Academia Americana de Pediatría comparte algunas recomendaciones para el uso seguro de antibióticos a edades tempranas:
- Suministrar los medicamentos exactamente como lo indique el profesional de la salud, esto es, asegurarse de que las dosis y la frecuencia son adecuadas, por ejemplo una, dos o tres veces al día
- Asegurarse de terminar el tratamiento: Si el pediatra recomienda el medicamento por 10 días, se debe respetar este tiempo y no suspenderlo antes o después, sin importar si el menor se siente mejor antes de terminar el tratamiento
- No suministrar antibióticos que hayan sido recetados para otro familiar o padecimiento, es necesario acudir a revisión con un profesional para saber cuáles son los antibióticos que el menor necesita específicamente
- Recuerda que las únicas enfermedades que necesitan antibióticos son las provocadas por bacterias, pues las infecciones virales no lo ameritan
Recuerda que nunca es bueno automedicarse y menos si se trata de un menor, pues podría tener consecuencias como las que se encontraron de que los antibióticos a edades tempranas aumentan el riesgo de desarrollar asma.
Ahora que sabes por qué los antibióticos a edades tempranas pueden aumentar riesgo de desarrollar asma, no tomes a la ligera la medicación de tu familia, pues podrías estar provocando un mal mayor.
