Con una llamada, se puede registrar un secuestro virtual o extorsión
La extorsión es una de las formas en la que delincuentes sin el uso de violencia física logran robar dinero con un menor riesgo a ser detenidos.
El secuestro virtual es una modalidad de extorsión que no es exclusiva en San Luis Potosí; en más ciudades del país ha habido reportes de personas que han sido rescatadas tras un llamado de auxilio, lo que ha llevado a autoridades federales informar al respecto de cómo funciona y cómo evitarlo.
El secuestro virtual, es aquel donde primero llaman a cualquier número al azar, enganchan por lo regular a jóvenes o menores de edad y entre otras formas, en ocasiones les dicen que su número es utilizado para “reportar camionetas con gente armada” y realmente lo que hacen es clonarlo.
Les piden ver una licenciada en alguna tienda departamental para que se los verifiquen (celular) y una vez que hacen eso, les cambian de chip y ya los tienen en un hotel y les roban el WhatsApp, y empiezan a llamar a todos los familiares diciendo que los tienen secuestrados, así es como operan, no dura mucho si acaso uno o dos días.
Nos hicieron que nos tomáramos fotografías atados y nos hicieron realizar un vídeo
Juan “N”. es potosino, tiene 27 años y es obrero de la Zona Industrial, él relata como hace varios años junto con un compañero, fueron víctimas de un secuestro exprés o virtual: “todo comenzó en el año 2018 exactamente en el mes de julio, en esas fechas, nos tocaba realizar una visita a un proveedor como parte de nuestras actividades profesionales, dicha visita se realizaría en el municipio de Juriquilla en el estado de Querétaro, la agenda de trabajo contemplaba estar tres días en este lugar, y los últimos dos días de la semana una visita al Estado de Jalisco. Llegamos a un hotel que se ubica dentro de una plaza comercial de ese mismo municipio (Juriquilla), seguidamente, durante el transcurso del día estuvimos realizando nuestras actividades laborales de manera normal.”
“El segundo día, transcurrió sin novedad hasta que por la noche regresando de cenar alrededor de las 9:30 p m, sonó el teléfono de mi habitación, al contestar, escuché la voz de un joven el cual se presentó diciendo que era el encargado de la recepción del hotel, me comentó que se estaba efectuando un operativo policíaco, y que me iba a comunicar al comandante de la policía de Querétaro, esta persona me dijo que estaban en busca de unos delincuentes, a los que habían estado siguiendo por semanas y que su investigación había arrojado que estaban hospedados en el mismo hotel que yo, y que no saliera de la habitación pues probablemente iban a hacer un cateo en todo el hotel”.
“Me hizo diferentes preguntas de las cuales me sorprendí porque ya tenía toda mi información, y las preguntas eran solamente para corroborar los datos, comenzó diciendo mi nombre completo, el día y la hora de llegada al hotel, los datos de mi
vehículo, como marca, modelo y número de placas, a todo lo que me preguntaba solamente tenía que responder si los datos eran ciertos o no.”.
“Me dí cuenta que sabía todo acerca de mis datos personales, y para supuestamente validar que yo no era uno de los delincuentes que estaba buscando, me hizo confirmar mi número telefónico, enseguida terminó la llamada y colgó, No pasó ni medio minuto cuando recibí una llamada en mi teléfono celular y fue cuando todo cambió…su tono de voz y las palabras educadas con las que me había hablado en el teléfono del hotel cambiaron completamente”
Juan “N” señaló que la persona que lo llamó se hizo pasar por un jefe de plaza, y además tomaron los datos de su celular y de alguna manera ya no pudo realizar llamadas y tampoco podía recibirlas.
Lo amedrentaron durante media hora hasta que tuvo comunicación con otra persona la cual se hacía llamar, “el comandante”. “Siempre tuve comunicación con tres tipos, una con el rol de la persona amable que te tranquiliza, la segunda persona amedrentaba y amenazaba y la última que se hacía llamar el comandante, era el que atenuaba la situación”.
Juan “N” señala que en todo momento le pidieron no colgar su teléfono y lo hicieron que se trasladara a otro hotel en un taxi que ya lo esperaba, “los sujetos que me estaban dando indicaciones por teléfono, me habían dado el número de taxi que iba a llegar por mí, yo solamente me subí y durante todo el trayecto el taxista nunca me dijo nada, yo seguía hablando por teléfono, iba asustado, preocupado. Después de un trayecto de alrededor de 15 minutos, llegamos a un motel y el taxista solamente me dijo llegamos, bájate, por el teléfono me dijeron te estamos observando, ya llegaste, bájate en cuanto salí del carro el taxista arrancó.”.
Pasados unos minutos, Juan “N” llegó a la habitación que le indicaron, su compañero de trabajo llegó a la misma unos minutos después, “cada quien tenía a sus secuestradores al teléfono, dándoles indicaciones, nos comenzaron a interrogar preguntando por cosas muy personales, cansados física y psicológicamente nos sacaron información personal tanto a mi compañero como a mí, pero entre nosotros no podíamos hablar”
Mientras tanto, a las familias que radicaban en San Luis Potosí les marcaron para extorsionarlos informándoles que Juan y su compañero estaban secuestrados, pidiéndoles dinero a cambio de su liberación, además de las amenazas, también recibieron fotografías y videos para confirmar el supuesto secuestro de las víctimas por parte de un grupo de delincuencia organizada.
“Nos hicieron que nos tomáramos unas fotografías, en posiciones en las cuales dábamos a entender que estábamos amarrados, y sometidos, nos hicieron grabar un vídeo en el cual a mí me tocaba golpear a mi compañero”, relató Juan.
¿Cómo es un secuestro virtual?
El secuestro virtual es un modus operandi de extorsión mediante vía telefónica, que se ha convertido en un delito recurrente entre los delincuentes debido a que les implica menor riesgo de ser identificados o detenidos al no tener contacto directo con las víctimas.
A través de estas llamadas, delincuentes se hacen pasar por integrantes de algún grupo delictivo y amenazan con dañar a algún integrante de la familia si la víctima no obedece las instrucciones, que consisten casi siempre en primera instancia, en hacer salir del domicilio o del lugar donde se encuentre, a la persona que recibió la llamada.
En el caso de San Luis Potosí, y según los datos proporcionados y publicados por la Fiscalía General del Estado, en el Instrumento para el Registro, Clasificación y Reporte de Delitos correspondiente al 2023, se dio a conocer que en la entidad potosina se registraron 8 secuestros, todos ellos de carácter extorsivo, ningún secuestro exprés; en el caso de extorsiones mediante otros diversos modus operandi se dieron 107 casos.
A nivel nacional, las cifras son más alarmantes. Se registraron 456 secuestros, 341 casos de secuestro extorsivo, 32 con clasificación de rehén de la víctima, , 31 con la finalidad de causar daño, y 52 secuestros exprés. En el caso de extorsiones son 10 mil 333 las víctimas, todo ello durante el 2023.
El 99% de los delitos de no son denunciados
A nivel nacional y sobre este tema, María Elena Morera, presidenta de la organización civil Causa en Común, resalta que el SESNSP es la instancia encargada de auditar las cifras que vienen de las fiscalías estatales y de la Fiscalía General de la República (FGR), pero no lo está haciendo; por este motivo, se presume que el delito de extorsión alcanza un nivel de 99% en cuanto a casos no denunciados.
En el mismo contexto, Francisco Rivas, director general del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), coincide en que el delito de extorsión es el que más ha subido durante la presente administración y añade que no hay mejora en la captación de denuncias.
”Lo único que sabemos, es que solo en el 0.02% de los casos, las víctimas logran recuperar parte de lo que perdió por la extorsión, pero en ningún caso hay reparación del daño… y esto refleja muy malos indicadores.”