ras la manifestación ocurrida el pasado miércoles en la explanada delegacional del IMSS, han surgido graves denuncias de negligencia médica en contra de la institución. Uno de los casos más alarmantes es el de José, un hombre que sufrió complicaciones severas debido a un error en la colocación de una sonda en la Clínica 2 del IMSS, lo que derivó en una fisura que provocó la descomposición de sus genitales. La situación obligó a una intervención quirúrgica en la Clínica 50, donde el problema se repitió, dejando a José en un estado crítico.
El caso comenzó en noviembre del año pasado y, hasta la fecha, la situación no ha mejorado. José, quien ahora padece tres tipos diferentes de problemas de salud, ha sido diagnosticado de manera contradictoria en varias ocasiones. Según su sobrina, inicialmente se le indicó que tenía diabetes, luego insuficiencia renal y, recientemente, se sumó una infección derivada de la amputación de su miembro. “Parece que los médicos solo estaban adivinando, no había certeza en su diagnóstico», comentó la sobrina de José.
La situación se complicó aún más cuando, a pesar de la gravedad del caso, la subdirectora del IMSS les indicó que presentaran escritos de queja, pero les advirtió que no había camas ni médicos disponibles para atender a su familiar. “Nos dijeron que no había nada que hacer, que no había personal ni infraestructura para atenderlo correctamente”, agregó la sobrina, quien señaló que la atención solo mejoró después de que ellos se sumaron a la protesta, aunque la atención sigue siendo insuficiente.
En lugar de recibir atención médica adecuada, José fue enviado a su casa con la herida expuesta, sin recibir la capacitación necesaria para realizar las curaciones, lo que obligó a la familia a contratar a una enfermera particular. La falta de un seguimiento adecuado y el desdén por parte de los médicos y directores de las clínicas 2 y 50 ha generado un malestar generalizado entre los derechohabientes, quienes se quejan de un trato discriminatorio y despectivo. Según los testimonios, los directores de las clínicas se han mostrado indiferentes e incluso han ignorado a los pacientes, volteándolos a ver de pies a cabeza, lo que genera una sensación de intimidación y deshumanización.
El caso de José no es un hecho aislado. Tras la protesta, han salido a la luz otras denuncias de negligencia médica en diversas unidades del IMSS en San Luis Potosí. Los manifestantes exigen una investigación exhaustiva sobre las denuncias presentadas, así como la implementación de medidas para garantizar la calidad de la atención médica en la institución.
La indignación entre los derechohabientes sigue creciendo, ya que a pesar de que José ha cumplido con sus aportaciones al seguro social a través de su empresa, la atención recibida no ha sido la esperada. Los afectados insisten en que la situación debe ser tomada en serio y se garantice que las víctimas de negligencia médica reciban justicia.
Este caso resalta la necesidad urgente de mejorar los servicios médicos en el IMSS y asegurar que los derechos de los pacientes sean respetados en todo momento. La falta de personal, infraestructura y, sobre todo, de empatía por parte de las autoridades del IMSS está afectando gravemente a los derechohabientes en la región.
