Un hombre de 68 años con esquizofrenia y psicosis abandonó la Clínica 50 del IMSS solo con bata y vía intravenosa conectada. No hubo valoración de capacidad, notificación a familiares ni registro de alta voluntaria (según la normatividad, debió activarse protocolo de fuga y revisión médica inmediata).
Un paciente de 68 años diagnosticado con esquizofrenia y psicosis salió la mañana del domingo de la Clínica 50 del IMSS vistiendo bata hospitalaria y con suero conectado, sin que personal médico o de seguridad lo detuviera ni notificara a su familia. Minutos después llegó a su casa aún con la vía intravenosa, somnoliento y desorientado (según sus familiares, refería “voces” que le ordenaban salir).
La familia relató que el responsable se ausentó media hora tras 20 horas de acompañamiento y avisó a enfermería y trabajo social que el paciente dormía. Al volver, encontró una cadena de deslinde: enfermería alegó sobrecarga de guardia (tres habitaciones con cuatro pacientes cada una); Urgencias sostuvo que “no pueden retener a ningún paciente contra su voluntad” y lo dejó ir sin valoración de capacidad mental; Trabajo Social afirmó no haber sido notificado ni contar con protocolo específico de fin de semana para salidas por ese acceso.
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Norma incumplida. El procedimiento 2430-003-006 del IMSS (vigente desde febrero de 2025) define abandono o fuga cuando un paciente se retira sin autorización médica y sin conocimiento del responsable. Ordena: asentar fuga en expediente, notificar a Trabajo Social y Dirección, y realizar valoración médica inmediata para determinar capacidad de decisión. La Ley General de Salud y la NOM-004-SSA3-2012 establecen que un alta voluntaria solo procede si el paciente comprende la información y decide libremente; en caso contrario debe firmarla el familiar responsable o tutor. En este caso no hubo alta, firma, notificación ni valoración, lo que configura una omisión gravefrente a la norma.
Atención especializada ausente. La familia indicó que solicitó traslado a la Clínica de Psiquiatría Everardo Neumann, pero no hubo respuesta porque no había psiquiatra en la Clínica 50 (el especialista estaba de vacaciones). El episodio expone fallas de protocolos en pacientes psiquiátricos, sobrecarga de enfermería en fines de semana y falta de responsabilidad institucional ante eventos de alto riesgo. “Nos culpan a nosotros, pero fue el hospital el que permitió que un adulto mayor con esquizofrenia saliera en bata, con suero y sin avisarnos”, señalaron.
La familia pidió una investigación interna, la actualización de protocolos para población con trastornos mentales (incluida contención no violenta y trazabilidad de avisos) y la garantía de cobertura psiquiátrica continua. Hasta el cierre de esta nota no se había informado de medidas correctivas públicas por parte de la unidad.