El panorama económico del sector restaurantero en San Luis Potosí se complica por el encarecimiento de insumos y la disminución de comensales, advirtió Alejandro Espinosa Abaroa, presidente local de la Canirac. Señaló que los márgenes de ganancia se han reducido de forma considerable y que numerosos establecimientos operan “al límite” para evitar cierres.
De acuerdo con el dirigente, los productos básicos más afectados son las carnes y el pollo: la escasez de res —agravada por la sequía en Estados Unidos— ha elevado costos hasta 80%, mientras que el pollo se ha encarecido hasta 60%. A esto se suma la inquietud por el incremento del impuesto a bebidas azucaradas a partir de 2026.
Espinosa Abaroa indicó que muchos negocios han intentado absorber parte de los aumentos para no perder clientela, pero la estrategia es insostenible ante la baja afluencia. Septiembre fue “particularmente complicado”, con una caída cercana al 20% en asistencia por el gasto familiar del regreso a clases. En lo que va del año, más de veinte restaurantes han cerrado; aunque hay nuevas aperturas, no compensan las pérdidas. Las grandes cadenas resisten mejor por su estructura corporativa, mientras que los negocios pequeños enfrentan mayores dificultades.
Pese al escenario, el sector confía en una recuperación hacia el cierre de 2025 impulsada por el Buen Fin, posadas y celebraciones decembrinas. “Esperamos un buen diciembre, porque es cuando agarramos aire para comenzar enero lo mejor posible”, concluyó el líder de la Canirac.