El gobierno de Trump ha tomado la decisión de mantener a 10 migrantes, sospechosos de pertenecer a bandas delictivas, en la prisión militar de Guantánamo, en Cuba, junto a acusados de terrorismo, como los miembros de Al Qaeda. Estos migrantes, identificados como miembros del grupo venezolano «Tren de Aragua», fueron enviados a la base tras ser considerados demasiado peligrosos para las instalaciones de detención para migrantes que se están habilitando en otro sector de la base.
El Pentágono explicó que estos 10 individuos fueron recluidos en una sección desocupada del campo de detención, en el mismo complejo que alberga a sospechosos de terrorismo, como los implicados en los atentados del 11 de septiembre. Aunque las autoridades de inmigración retienen a miles de migrantes en otros centros, esta medida ha sido adoptada debido al nivel de riesgo que representan los detenidos.
El presidente Trump está intensificando las deportaciones y la aplicación de la ley de inmigración en todo el país, y ha ordenado la expansión de las instalaciones de Guantánamo para albergar hasta 30,000 deportados. Mientras tanto, los 10 migrantes serán enviados a su país de origen o a un «destino apropiado» una vez que se finalicen los trámites.
La revelación de que los migrantes están siendo retenidos en Guantánamo, una prisión con un historial asociado al terrorismo, ha generado controversia, pues anteriormente los migrantes y los detenidos de guerra siempre han sido mantenidos en secciones separadas de la base.