Un estudio internacional revela las claves psicológicas y cognitivas del éxito en el fútbol, demostrando que las funciones ejecutivas, la flexibilidad mental y las cualidades de personalidad son esenciales para alcanzar la élite.
El fútbol ha sido por décadas el sueño de millones de jóvenes que aspiran a llegar a ser los próximos Di Stéfano, Pelé, Beckenbauer, Messi o Lamine Yamal. Sin embargo, aunque el talento físico y la habilidad técnica son fundamentales, lo que realmente diferencia a los futbolistas de élite del resto, es su perfil psicológico y cognitivo. Así lo confirma un estudio internacional publicado en la prestigiosa revista PNAS, que explora las capacidades mentales que permiten a estos jugadores destacar en el campo.
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La investigación, realizada por un equipo de científicos de Dinamarca, Inglaterra, Italia, Suecia, Australia y Brasil, utilizó una combinación de pruebas tradicionales y modernas técnicas de inteligencia artificial para evaluar las características cognitivas y de personalidad de más de 200 futbolistas profesionales de élite, junto con un grupo de control. Los resultados demostraron que las funciones ejecutivas —la capacidad de procesar información, tomar decisiones, planificar y adaptarse rápidamente a nuevas situaciones— son esenciales para tener éxito en el fútbol.
Entre las habilidades destacadas, los investigadores hallaron que los futbolistas de élite tienen una notable flexibilidad cognitiva, lo que les permite cambiar de estrategia en situaciones cambiantes durante el juego. Además, mostraron una capacidad superior de memoria de trabajo, resolución de problemas y toma de decisiones. También se encontraron con que estos jugadores eran más extravertidos, cuidadosos, amables y con menos inestabilidad emocional en comparación con los jugadores no profesionales, lo que sugiere que un equilibrio emocional adecuado también es clave en su rendimiento.
Los resultados de esta investigación revelaron un perfil claro del jugador de élite: no solo se trata de habilidades físicas, sino también de una combinación de cualidades psicológicas y de personalidad, como el compañerismo y la capacidad de poner al equipo por encima del interés individual. En un deporte donde la colaboración es esencial, los futbolistas de élite tienden a valorar el juego colectivo, como asistir a un compañero en lugar de intentar acaparar el protagonismo. Este tipo de comportamiento, aunque generoso, también hace al equipo más fuerte y al fútbol un deporte más grande.
Con un 97% de precisión en la predicción de logros futbolísticos como goles, asistencias y dríblines exitosos, este perfil psicológico se presenta como una herramienta valiosa para identificar y desarrollar talento en el fútbol profesional, destacando la importancia de una colaboración entre genética y práctica para lograr el máximo potencial.