El gobierno de AMLO ha reconocido la responsabilidad de militares, incluso hubo algunas detenciones y autorizó la apertura de algunos de los archivos.
«Si no lo hizo un hombre, que lo haga una mujer», lanza María de Jesús Tlatempa, madre de uno de los 43 estudiantes de Ayotzinapadesaparecidos hace una década y quien promete mantener su reclamos ante la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para que su gobierno encuentre o identifique los cuerpos.
Junto con otros familiares de los jóvenes, María de Jesús se prepara para arrancar este miércoles en la escuela de maestros de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, las movilizaciones que culminarán el 26 de septiembre en Ciudad de México, cuando se cumplen diez años de la desaparición.
Tan sólo cinco días después, la izquierdista Claudia Sheinbaum asumirá como la primera presidenta en la historia de México, tomando el relevo de Andrés Manuel López Obrador.
«Vamos a seguir luchando hasta encontrar la verdad y la justicia», añade María de Jesús, madre de José Eduardo Bartolo Tlatempa, quien tenía 19 años la noche que desapareció.
«La gota que derramó el vaso»
La mujer lamenta la negativa del Ejército para entregarles la totalidad de los documentos que elaboró sobre la desaparición de los jóvenes en la ciudad de Iguala la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014.
«Sabemos que el Ejército sabía. Saben donde están nuestros hijos», señala Tlatempa. Los padres exigen la entrega de 800 archivos.
El gobierno de AMLO ha reconocido la responsabilidad de militares, incluso hubo algunas detenciones y autorizó la apertura de algunos de los archivos.
En la anterior presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018), se negó cualquier participación de militares y se defendió la denominada «verdad histórica»según la cual los jóvenes fueron detenidos por policías locales de Iguala, coludidos con criminales, y entregados al cartel Guerreros Unidos.
Los estudiantes, según esa versión, habría sido asesinados, sus cuerpos incinerados y las cenizas arrojadas a un río. Sólo se han encontrado los restos de tres.
«Avanzamos en la investigación para encontrar a los jóvenes de Ayotzinapa. Esa es una asignatura pendiente», dijo el presidente saliente días atrás.
Los padres insistirán ante Sheinbaum en conocer el paradero de sus hijos. «Esperemos que se comprometa y que cumpla con el decreto presidencial que firmó López Obrador para esclarecer el caso Ayotzinapa», añade María de Jesús. El presidente saliente creó por decreto en 2021 una «Comisión para el Acceso a la Verdad».
Ayotzinapa es el caso más emblemático de la «tragedia humana», como la llama Naciones Unidas, de los 100,000 desaparecidos que se contabilizan en México.
«Nuestros hijos son la gota que derramó el vaso», añade Tlatempa. «La gente se nos empezó a acercar y nos dijeron que también tenían a un ser desaparecido, una hija o un hijo», explica.
La tragedia golpea a familias de origen modesto, sin recursos para enviar a sus hijos a universidades o a escuelas privadas.
«Mi hijo quería estudiar ingeniería. Pero como yo tenía cáncer, le dije a mi hijo (…) ‘escoja una escuela dónde tu vayas a poder terminar tus estudios, dónde tú te puedas mantener'», añade la mujer.
«Nido de guerrilleros»
Enclavada en la comunidad rural de Ayotzinapa, esta y otras normales públicas han sido consideradas un «nido de guerrilleros» y de «activistas», explica de su lado el diputado Manuel Vázquez Arellano, uno de los sobrevivientes y quien ha adoptado el nombre de Omar García.
Estanislao Mendoza reclama de su lado conocer el paradero de su hijo Miguel Angel, quien a los 33 años fue recibido en la normal de Ayotzinapa. «Quería ser maestro después de trabajar años como peluquero», explica.
Desde hace una década, este campesino se ha visto empujado al activismo. «Nunca habíamos hablado al público (…). Jamás me imaginé que algún día podría ir al palacio del gobierno», dice Mendoza
Reconoce avances en la presidencia saliente, como el haber echado por tierra la «verdad histórica» y que hayan sido detenidos militares. «Ahorita los liberaron. Pero no nos dicen adónde están nuestros hijos», se lamenta.
Admite que en las elecciones de junio pasado votó por Morena, el partido de izquierda nacionalista de López Obrador y de Sheinbaum. «Si llegara otro partido, ya estaríamos peor de lo que estamos», explica.
Los padres de los 43 desaparecidos aseguran que se mantendrán unidos. «La unión hace la fuerza. Nos han querido dividir, desde el inicio», asegura María de Jesús.