La chimenea de la Capilla Sixtina emitió humo blanco, anunciando que cardenales electores lograron la mayoría para escoger a un nuevo Papa.
Los purpurados escogieron al Pontífice 267, según la fumata que se emitió alrededor de las 18:07 horas locales, 10:07 del centro de México.
La elección fue a 17 días de la muerte de Francisco, el primer Papa latinoamericano, fallecido el pasado 21 de abril.
Eso significa que el ganador obtuvo al menos 89 votos de los 133 cardenales que participan en el Cónclave.
Tras el avistamiento del humo, miles personas en la Plaza de San Pedro celebraron con gritos y aplausos que se haya escogido al nuevo Obispo de Roma, líder de mil 400 millones de católicos en el mundo.
El nombre se anunciará más tarde, cuando el Cardenal protodiácono, el francés Dominique Mamberti, pronuncie las palabras «¡Habemus papam!», que en latín significa «¡Tenemos papa!», desde la logia de la Basílica de San Pedro.
Luego, el cardenal leerá el nombre de nacimiento del elegido en latín y revelará el nombre que ha escogido para su papado.
Se espera que el nuevo Papa haga entonces su primera aparición pública y dé una bendición desde la misma logia.
Las campanas de la Basílica de San Pedro repicaron tras la emisión de la fumata este jueves.
Dos días de votación
Los llamados «príncipes de la Iglesia» necesitaron dos días para elegir al sucesor de Francisco, que encabezó la Iglesia por 12 años con un pontificado reformista enfocado en los pobres y los migrantes.
El jesuita argentino, fallecido el 21 de abril a los 88 años, fue blanco de críticas entre los sectores más conservadores, que apuestan ahora por un cambio más enfocado en la doctrina.
El nuevo Papa enfrentará numerosos desafíos internos, como la pederastia en la Iglesia, la crisis de vocaciones y el papel de las mujeres, y externos, como los conflictos, el auge de gobiernos populistas y la crisis climática.
Su nombre surgió del mayor y más internacional cónclave de la Historia de la Iglesia, que reunió en la Capilla Sixtina a 133 cardenales electores procedentes de cinco continentes y unos 70 países.
Aunque los detalles de la elección permanecerán en secreto, salvo que el nuevo Papa decida lo contrario, lo único seguro es que obtuvo al menos dos tercios de los votos para ser elegido.
Sala de las Lágrimas
Tras su elección, la tradición establece que el flamante Sumo Pontífice entre en la Sala de las Lágrimas, ubicada al fondo de la Capilla Sixtina, para poder llorar ante la magnitud de la tarea que le espera.
Allí viste su primera sotana blanca entre las tres tallas disponibles y, antes de dirigirse al balcón de la logia de la Basílica para presentarse, los cardenales le prometen obediencia.
En los próximos días, tendrá una especie de investidura papal con una misa celebrada ante líderes políticos y religiosos de todo el mundo.
Además, recorrerá la Plaza de San Pedro en el papamóvil por primera vez y pronunciará una homilía en la que expondrá sus prioridades.
Pastor o diplomático
La elección ocurre en medio de gran incertidumbre geopolítica, lo que, según expertos, fue un tema clave en la votación.
Francisco creó el 80% de los cardenales que participarán en el cónclave, pero eso no era garantía de un continuismo de su pontificado.
La principal incertidumbre es si los cardenales eligieron a un pastor o a un diplomático, a un liberal o un conservador, alguien formado en la curia -el Gobierno de la Iglesia- o a un desconocido procedente de las marginadas periferias.
El decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, llamó en una misa previa al Cónclave a «mantener la unidad de la Iglesia» de cara al momento «difícil, complejo y convulso» que enfrentará el futuro Pontífice.