El presidente del Senado llamó “cretino” a Rutilio Escandón tras su visita al centro de detención Alligator Alcatraz. Noroña celebró que una jueza ordenara su cierre y urgió a defender derechos de connacionales, mientras Morena lidia con roces internos y Sheinbaum llama a la unidad.
Gerardo Fernández Noroña colocó el tema migratorio en el epicentro del debate público. En una transmisión en vivo, el presidente del Senado cuestionó con dureza al cónsul de México en Miami, Rutilio Escandón, por afirmar que los mexicanos retenidos en Alligator Alcatraz se encontraban “en buenas condiciones”. “Que se vaya a vivir ahí con los migrantes (…) es una posición obsequiosa, servil, indigna”, dijo Noroña, quien calificó de “cretino” al diplomático.
Escandón había informado que visitó el centro en Everglades y conversó con 14 de los 78 connacionales detenidos, asegurando que constató “buenas condiciones” y que solicitó respeto a sus derechos. El mensaje provocó la respuesta del legislador, que recordó que este tipo de instalaciones violan derechos humanos y buscan “lastimar la dignidad” de personas que no han cometido delito sino que migran por trabajo.
Síguenos en redes sociales y mantente siempre informado:
La apertura de Alligator Alcatraz ha sido señalada por activistas por presuntas restricciones de acceso a defensa legaly por levantarse en tiempo récord en una zona de humedales. Noroña aplaudió la resolución judicial que ordena su cierre y sostuvo que la representación consular debe defender a los mexicanos en retención, no “quedar bien” con autoridades locales.
El episodio ocurre en una semana de tensión dentro de Morena, luego de que Noroña insinuó que una nueva oposición podría surgir desde el propio movimiento. La presidenta Claudia Sheinbaum llamó a la unidad y se desmarcó de las expresiones del senador, al reiterar que las disputas políticas deben resolverse en México y sin extrapolar la confronta a la arena internacional.
Mientras el caso Alligator Alcatraz crece como termómetro del trato a la población migrante en Estados Unidos, el choque entre el presidente del Senado y el cónsul abre un flanco político adicional: qué narrativa y qué defensa consular asumirá México frente a centros de detención cuestionados y prácticas que organizaciones civiles califican como lesivas de derechos.