Las marchas estudiantiles del martes y miércoles en la UASLP volvieron a poner sobre la mesa denuncias de acoso, hostigamiento, abuso y violación. Los datos oficiales confirman la gravedad: de enero a agosto de 2025, San Luis Potosí registró 416 casos de violación simple y equiparada y 1,356 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
La cifra negra —delitos que no se denuncian— sigue siendo abrumadora. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), más del 80% de los casos de violencia sexual en México no derivan en denuncia ni en carpeta de investigación. Entre 2023 y 2024, la no denuncia en violación sexualsubió de 83.8% a 87.5% (en 2022 fue 91.8%). En hostigamiento sexual (p. ej., de profesores a alumnas), la no denuncia pasó de 96.8% a 98.1% en el mismo periodo.
¿Por qué no se denuncia? ENVIPE señala como motivos principales:
- “Pérdida de tiempo”: 35.0% (2023) y 34.9% (2024).
- Desconfianza en la autoridad: 12.5% (2023) y 13.9% (2024).Otros factores incluyen trámites largos, falta de pruebas, miedo al agresor, trato hostil y temor a extorsión.
Las cifras oficiales dan apenas un panorama parcial de la violencia sexual; la cifra negra revela una realidad más amplia y silenciada. Las movilizaciones universitarias de esta semana evidencian, además, la urgencia de protocolos efectivos, canales de denuncia confiables y acompañamiento integral para víctimas dentro y fuera de los campus.






