El triatlón individual masculino de los Juegos Olímpicos de París 2024 ha tenido que ser aplazado después de que las pruebas de calidad del agua revelaran que el Sena no alcanzaba el nivel exigido.
La competición, que debía comenzar el martes a las 06:00 GMT (08:00 hora local), se disputará ahora el miércoles a las 08:45 GMT, después de que acabe la prueba femenina.
Las sesiones de entrenamiento de natación tuvieron que ser canceladas el domingo y el lunes debido a la calidad del agua, afectada por las fuertes lluvias que han caído en los últimos días, como pudo verse el día de la inauguración de los Juegos Olímpicos.
El viernes 2 de agosto se mantiene como fecha de contingencia para ambas pruebas, y los organizadores han señalado que el evento podría disputarse como duatlón como último recurso.
“Las pruebas realizadas hoy en el Sena revelaron que la calidad del agua no ofrecía garantías suficientes para permitir la celebración de la prueba”, declaró el Triatlón Mundial.
“A pesar de la mejora de los niveles de calidad del agua, las lecturas en algunos puntos del recorrido de natación siguen estando por encima de los límites aceptables”.
Todos los días se realizan análisis de la calidad del agua del Sena, que también acogerá el triatlón por relevos mixtos el 5 de agosto, el maratón olímpico de natación los días 8 y 9 de agosto y la prueba de para-triatlón de los Juegos Paralímpicos, que comienzan el 28 de agosto.
Francia ha invertido más de US$1.500 millones en un proyecto de regeneración del río que busca, entre otras cosas, hacer que el Sena sea seguro para nadar después de 100 años de prohibición.
Pero en junio de este año el nivel de la bacteria E. coli en el agua era 10 veces superior al que las federaciones deportivas consideran como aceptable.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se dio un chapuzón la semana pasada en el río para destacar los esfuerzos de limpieza que se han llevado a cabo y, a principios de este mes, las pruebas mostraron que el río estaba lo suficientemente limpio para nadar.
Sin embargo, las fuertes lluvias caídas en París el viernes y el sábado han provocado un deterioro de la calidad del agua, por lo que en una reunión celebrada en la madrugada del martes se tomó la decisión de aplazar el evento.
Para el miércoles por la mañana se prevén chubascos tormentosos, tras temperaturas máximas de hasta 35ºC anunciadas para el martes.
“En el caso del triatlón, el calor tiene un efecto positivo, porque la luz del sol y el aumento de la temperatura son beneficiosos porque matan las bacterias”, declaró a BBC Sport el director de operaciones de París 2024, Lambis Konstantinidis.
Los organizadores tienen planes de contingencia en caso de calor extremo para cada deporte y sede, y algunos deportes tienen un umbral de temperatura específico en el que el juego no puede seguir adelante si se supera.
«El aplazamiento pone de relieve el problema medioambiental mundial»
La triatleta británica Vicky Holland, ganadora de una medalla de bronce olímpica en 2016, le dijo a BBC Sport que el aplazamiento fue “un tanto desolador” para los atletas masculinos, pero mantiene la esperanza de que la prueba que se reprogramó pueda celebrarse el miércoles.
“El lado positivo es que solo se trata de un retraso de 24 horas por el momento, pero creo que es algo que se podía haber previsto y se podían haber puesto en marcha mejores medidas de contingencia”, afirmó Holland, de 38 años.
“No siempre contamos con el agua más limpia, pero hay umbrales que están ahí por una razón. Si te contagias de un microbio nocivo, te puede afectar durante mucho tiempo”.
“Lo que han querido hacer en París obedece a las mejores intenciones, están intentando dejar un legado. Cada vez hay menos vías fluviales en el mundo en las que podamos nadar, y eso es un problema medioambiental global; no es sólo el Sena”.
“Los Juegos Olímpicos son una cuestión de legado y entiendo que hayan invertido mucho dinero en hacer algo que pueda perdurar durante generaciones. Pero no han podido hacer todo lo que se necesitaba”.
Holland, campeona de la Serie Mundial de Triatlón en 2018, cree que la alteración causada por el retraso de un día impactará a los atletas mentalmente mucho más de lo que lo hará físicamente.
“Esto no supondrá una sorpresa total para ellos dada la calidad del agua en los últimos días. Es probable que no hayan dormido bien anoche y que tengan que reajustarse”, explica.
“El peor de los casos sería que tuviera que reducirse a un duatlón. Sería un resultado muy decepcionante. Es una pena que no hubiera otro plan de contingencia, pero una sede de reserva parece la opción más obvia”.