Taylor Swift anunció que ha recomprado el control completo de su catálogo de música grabada, poniendo fin a años de controversia y batallas legales.
En una extensa carta publicada en su sitio web y acompañada de varias fotos en Instagram, Swift celebró que «toda la música que he creado ahora me pertenece».
El acuerdo, que incluye no solo los derechos de sus seis primeros álbumes sino también canciones inéditas, videos musicales, películas de conciertos, portadas de álbumes y fotografías, representa para la cantante de 33 años «una reserva» de su mayor sueño hecho realidad: poseer con autonomía total el fruto de su trabajo artístico.
«No tengo palabras para agradecerles por ayudarme a reunirme con este arte al que he dedicado mi vida, pero que nunca había poseído hasta ahora. Todo lo que siempre he deseado es la oportunidad de trabajar lo suficiente para poder algún día comprar mi música directamente», escribió.
Aunque no se ha revelado el monto exacto de la compra, fuentes citadas por Rolling Stone señalaron que las cifras que circulaban anteriormente, alrededor de 600 millones de dólares, son «muy inexactas».
La intérprete de «You Belong With Me» atribuyó esta victoria a la fuerza de su éxito rotundo con The Eras Tour y a su ambiciosa campaña de regrabaciones de sus antiguos álbumes, conocidas como Taylor’s Version, que comenzaron en 2021.
«Gracias por ayudarme a reencontrarme con este arte al que he dedicado mi vida, pero que nunca había poseído hasta ahora.Todo lo que siempre he deseado era la oportunidad de trabajar lo suficiente para algún día poder comprar mi música directamente, sin ataduras, sin socios, con total autonomía», agregó.
Swift también expresó su agradecimiento hacia Shamrock Capital, actual propietario de su catálogo desde 2020, por manejar el acuerdo con honestidad y respeto.
«Estaré eternamente agradecido con todos en Shamrock Capital por ser los primeros en ofrecerme esto. Han gestionado cada interacción con honestidad, justicia y respeto. Para ellos era un negocio, pero sentí que lo veían como lo que era para mí: mis recuerdos, mi sudor, mi caligrafía y mis décadas de sueños. Estoy infinitamente agradecido. Mi primer tatuaje podría ser un enorme trébol en medio de mi frente», aseveró.
El conflicto comenzó en 2019 cuando Big Machine Label Group, el sello con el que Swift lanzó sus primeros seis discos, fue vendido a Braun. Por entonces, la cantante ya había dejado la compañía y había firmado con Universal Music Group, pero no poseía los derechos de sus grabaciones maestras.
Swift denunció públicamente que no deseaba que Braun, con quien mantuvo una relación conflictiva, controlara su música, y decidió regrabar sus álbumes para recuperar parte del control y desvalorizar las versiones originales.
La campaña Taylor’s Version incluye regrabaciones de Fearless, Red, Speak Now y 1989, además de canciones inéditas. En su carta, Swift confirmó que su álbum debut de 2006 ya está completamente regrabado, pero admitió que la regrabación de Reputation sigue en pausa, debido a la carga emocional que le representa ese disco.
«El álbum Reputation era tan específico de esa época de mi vida, que siempre me detenía al intentar rehacerlo. Toda esa rebeldía, ese anhelo de ser comprendido mientras me sentía incomprendido a propósito, esa esperanza desesperada, ese gruñido y esa travesura que nacen de la vergüenza», señaló
Más allá del negocio, Taylor Swift resaltó el impacto positivo que esta lucha ha tenido para otros artistas, que ahora negocian con mayor conciencia la propiedad de sus grabaciones maestras.
«Cada vez que un artista nuevo me cuenta que logró negociar la propiedad de sus masters gracias a esta batalla, recuerdo lo importante que fue que todo esto sucediera.
«Gracias por su curiosidad sobre algo que antes se consideraba demasiado centrado en la industria como para ser discutido a gran escala. Nunca sabrán cuánto significa para mí que les importara. Cada detalle contó y nos trajo hasta aquí., concluyó.