Mientras las negociaciones entre el Gobierno federal y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación quedaron en suspenso, la CNTE elevó el nivel de sus protestas al bloquear los accesos al AICM por más de siete horas, provocando un caos dentro y fuera de la terminal aérea.
En la conferencia matutina, la Presidenta Claudia Sheinbaum dijo que no se reunirá con los maestros, tras las manifestaciones que han emprendido y que han afectado a ciudadanos de la CDMX.
«Está abierta la mesa con los Secretarios, con la Secretaria de Gobernación y con el Secretario de Educación, con ellos», dijo la Mandataria.
«Conmigo, sí (se descarta reunión). Y lo explico. Esa reunión estaba acordada desde hace días, es decir, no tendrían por qué haber golpeado reporteros, afectado, como afectaron a muchos ciudadanos de la Ciudad», agregó.
En el noveno día de acciones de protesta de la Coordinadora, alrededor de 3 mil 200 pasajeros sufrieron demora en sus vuelos por los bloqueos que duraron más de 7 horas, entre las 9:00 y las 16:30 horas, en las Terminales 1 y 2 del AICM.
El Aeropuerto, reconoció la Secretaría de Marina, encargada de las operaciones, registró un cierre temporal de 18 minutos, entre las 14:00 y las 14:18 horas, entre otras cosas, para «reorganizar la logística y asegurar condiciones de seguridad óptimas para todos los usuarios».
Además, 15 vuelos de llegada fueron redirigidos a aeropuertos alternos.
Pasajeros que ya tenían retrasos para su vuelo increparon a los maestros. «No tienen madre señores, a trabajar, es como se va a sacar adelante al País», les gritó un usuario del vuelo AM315 a Tuxtla Gutiérrez
‘Vayan a trabajar ¡no tienen m…!’
Sudando, Juan Mauricio subió a una de las camionetas que facilitó el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para auxiliar a los pasajeros afectados por el bloqueo de la Terminal 2 por parte del magisterio disidente.
Se pegó en la espinilla y reclamó a un grupo de maestros por su situación.
«¡No tienen madre, señores!, vayan a trabajar, es como se va a sacar adelante al País», les gritó el usuario del vuelo AM315 a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
-«Sí, pero todos necesitamos trabajar con dignidad, no sea agachón y únase», le dijo el maestro Torres, de Huajuapan, Oaxaca.
«¿Y si pierdo el vuelo, quién se hace responsable?», se enfadó el pasajero.
«El Gobierno es el único responsable», le regresó el profesor.
Atrás, la señora Marta se desesperó por no alcanzar la batea para subir a las tres pick ups que operaron en la Terminal 2 en el apogeo de la protesta.
«Trae la cubeta azul, para que la tomen de escalón», ordenó un empleado del AICM con un chaleco anaranjado, aturdido por tanta comunicación en su radio.
«¿Cómo le van a hacer para salir los usuarios que están aterrizando?», se le preguntó.
«No sé, espéreme, no sé», respondió el agobiado empleado.
Una conductora de la empresa Capessa se movilizó por su cuenta para llevar a los desesperados usuarios.
Una caseta, junto al ex Hangar Presidencial, fue utilizada para el ingreso de emergencia.
Las alertas del AICM en redes sociales fueron insuficientes para orientar a los usuarios sobre los accesos, puntos de abordaje a vehículos oficiales y traslados a las terminales.
«¿Dónde entro, por dónde entro? ¡Dios mío, ya no voy a llegar!, mire, aquí mi vuelo, ya necesito abordar», lamentó en llanto un señor que provenía de Puebla para viajar Los Ángeles.
«¡Qué poca madre!», repetía frustrado.
Los maestros tenían en jaque la circulación del Eje 1 Norte Fuerza Aérea desde antes de las 10:00 horas.
Tras dos horas de plantón, en la Terminal 2, caminaron a Boulevard Puerto Aéreo, en dirección a la Terminal 1.
En la Terminal 2, las autoridades respiraron por minutos, porque la retaguardia dio vuelta en «u» y burló el punto de acceso, donde policías antimotines de la CDMX los habían mantenido a raya.
La corretiza se armó desde el acceso a de Eje 1 Norte hasta la glorieta de la Terminal 2.
Los empleados del AICM apoyaron a la seguridad privada y a los marinos para cerrar las puertas, ante la confusión de los usuarios.
La Terminal 2 quedó bloqueada 30 minutos. Ahí algunos maestros vandalizaron las cámaras de seguridad y los usuarios de llegada quedaron varados.
Los maestros exigen la abrogación de la Ley del ISSSTE 2007; cálculo de pensiones en salarios mínimos no en UMAS; retorno al sistema solidario de pensiones, no en Afores y abrogación de la reforma educativa Peña-AMLO.
Por eso, los líderes de los contingentes llegaron, tomados del brazo, a «clausurar» los accesos al AICM.
Lo platicado entre mandos y tropa de la SSPC ante la llegada de los maestros reportó tropiezos porque algunos habían ido al sanitario y otros veían Tik Toks.
Los profesores ya venían y los antimotines, con extintores a la mano, rodilleras y cascos, se colocaron en los accesos, del 1 al 7 para frenar a los maestros.
«No pasan ni al baño», ordenó un «Jefe Guerrero».
En la puerta 1 se concentró el caos.
Rosa María, una agente de seguridad privada, aplicó el filtro de ingreso con el pedimento de pases de abordar y credenciales.
En «fila», pasaban los usuarios entre maestros que sentados, disfrutaban tortas, policías en formación, un vendedor de huevos cocidos y semillas, y, atrás, los agentes privados. Dentro estaban los marinos y los policías con escudos.
«¿No tienen vergüenza?, dejen pasar a la gente que trabaja, que seguramente les da de comer, ¡desgraciados!», estalló una señora con un equipaje de gran volumen.
«El paro es culpa del Estado», «cállese señora ‘burgués'», lanzaron los oaxaqueños de la Sección 22.
Octavio, quien tenía vuelo a Culiacán, reclamó a los agentes de seguridad privada.
«Ustedes son la autoridad, marinos, policías, privados, y nadie garantiza ni mi vuelo ni mi seguridad.
No ponen orden, si tienen el mando, quiten a estos señores», reclamó.
Pasadas las horas, los antimotines ya habían hecho «migas» con los maestros, quienes les ofrecieron empanadas de zarzamora y queso a 10 pesos.