El agua contaminada en la Alcaldía Benito Juárez, el viejo episodio de la contaminada «leche Betty» y hasta personajes como René Bejarano fueron utilizados por los candidatos Clara Brugada y Santiago Taboada para cruzar acusaciones en el segundo debate a la Jefatura de Gobierno.
Brugada abrió el debate, pero también marcó el tono del encuentro al empezar con el reparto de culpas por los contaminantes que presenta el agua de la Benito Juárez, cuyo problema no ha resuelto el Gobierno de la Ciudad de México.
«Cuando fui Alcaldesa, ante problemas similares nunca dejé sola a la gente, a diferencia de la Alcaldía Benito Juárez, que prefirió atender y sacar tajada política que atender a los vecinos», dijo la morenista en los primeros segundos de su intervención.
Consideró que el abanderado del PAN-PRI-PRD aprovechó el caso para promover miedo y así obtener votos.
También despotricó contra el panista y aseguró que representa a mafias como la del nombrado cártel inmobiliario y la de explotadores sexuales del PRI.
Taboada invitó a Brugada y a su familia a bañarse con el agua contaminada, no sólo de Benito Juárez, sino también, dijo, de Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco.
Una vez terminado el tema del agua, los moderadores entraron en materia de transparencia y combate a la corrupción.
Eso fue aprovechado por Taboada para asegurar que René Bejarano ha sido socio de Clara Brugada en la construcción de Utopías en la Alcaldía Iztapalapa.
La candidata aseguró que el suegro de Taboada, Jorge Quezada, tramitó ante la Dirección General de Regularización Territorial un departamento de 120 metros por 900 pesos, un trámite similar al que hizo ella y por el que la intentaron relacionar con irregularidades en el primer debate.
En su participación, el candidato de Movimiento Ciudadano, Salomón Chertorivski, lamentó la cantidad de acusaciones entre Taboada y Brugada.