Incendios, altas temperaturas, sequía y apagones. Así es como se encuentra San Luis Potosí, en estos últimos días.
Por un lado, Santa María del Río y Tierra Nueva arden en llamas y luce complejo el control de ello.
Luego, la capital arde con las altas temperaturas, al grado de que ya se planea modificar los horarios escolares para evitar un poco la exposición de los alumnos.
Por otro lado, en la capital y en la mayor parte del país hay una sequía terrible.
Por último, en la reciente semana, ha habido apagones de energía eléctrica, en razón de las altas temperaturas y la creciente demanda de energía. Lo que realmente significa es que llegamos al límite de la capacidad eléctrica y se programan apagones para impedir que el sistema colapse.
Son problemas diferentes, con necesidades diferentes y con soluciones diversas. La pregunta es ¿qué se está haciendo para resolverlo? Y ¿qué se está haciendo para evitarlo?
En cuanto a los incendios en Santa María del Río y Tierra Nueva, la respuesta de la autoridad a las personas que se manifestaron en la carretera 57, pidiendo más apoyo para el control del incendio, fue detenerlas y sujetarlas a procesos. Por lo que ahora, tenga cuidado si se incendia la casa de su vecino y usted pide ayuda, lo pueden procesar por ello.
Las altas temperaturas no son responsabilidad únicamente local, es global, porque en todas partes del planeta colaboran para calentarlo un poco más, sin embargo, en nuestro entorno cercano, aún está el Gobierno Estatal apenas en pláticas para la discusión de cómo se va a pagar el impuesto verde por parte de las empresas, ya que hay un sinfín de preguntas y más dudas que certezas. Yendo más allá, la aplicación del ingreso generado por este impuesto, aún se desconoce y todo apunta a que se convierta en una medida recaudatoria en lugar de incentivar al cuidado del medio ambiente. Adicionalmente su ingreso no prevé que se destine a soliviar los cambios climáticos, que como nos ha quedado más claro estos días, arrecían y aumentarán sin clemencia.
Los escolares son sin duda un grupo muy vulnerable al que hay que proteger, pero ¿y las medidas de protección a las demás personas? ¿Qué pasa con un taxista u operador de transporte urbano? Que se encuentran expuestos todo el día, por necesidad, al calor y a los rayos del sol o de aquellas personas que se encuentran en estado de calle. Que lento se está viendo nuestro gobierno para promover medidas de cuidado a los diferentes grupos de población. Anuncios en radio y televisión diciendo que no te expongas al sol y que bebas agua no alcanzan para cuidar a la gente que tiene que estar en la calle por labores o necesidad. Los temas de salud en unos años, con la población afectada por cáncer de piel y otros padecimientos derivados de las inclemencias climáticas, serán una carga para un sistema de salud ya colapsado. Seguimos sin entender los beneficios del prevenir.
De la sequía hemos agotado letras en explicación del problema y nuestras autoridades siguen sin dar tregua a sus conflictos políticos, ni solución a las dificultades del agua. Hace unos días a alguien se le ocurrió decir que Gobierno del Estado mentía y que aún no se habían hecho las reparaciones necesarias en la presa El Realito y el Gobernador salió a defenderse con su finura conocida y atacando a quien lo dice, sin ningún tipo de prueba que pudiera ir más allá de la ira hacía quien lo hace quedar mal. El punto al final es que, la presa sigue sin funcionar, por falta de lluvias o lo que usted quiera, pero la gente sigue sin agua.
Finalmente, nuestro sistema energético, quedó de manifiesto lo endeble que es y lo frágil y fácil que puede ser poner en jaque a todo un país, que claramente no está preparado para ninguna contingencia que no esté más allá de las narices de quien se encuentra al cargo.
En estas semanas pudimos constatar que nos está alcanzando el infierno, con altas temperaturas, incendios a nuestro alrededor, sin agua y en la penumbra. Nos empiezan a llegar las facturas que le debemos al planeta. Ya no solo tenemos deuda externa, tenemos deuda con la tierra y nos la está cobrando cara.