Sara Rocha Medina, diputada local del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en San Luis Potosí, expresó su rechazo hacia las políticas del gobierno federal en materia de salud, argumentando que han provocado una grave crisis en los servicios médicos. Según la legisladora, la falta de insumos y la escasez de medicamentos han dejado a muchas personas sin acceso adecuado a tratamientos, lo que ha generado una creciente inconformidad entre la población.
En su intervención, Rocha Medina sugirió una “movilización armada” como respuesta para exigir que el gobierno federal se haga responsable de los perjuicios económicos causados por la crisis en el sector salud. Aseguró que esta medida es necesaria para que las autoridades federales atiendan las carencias que afectan principalmente a los potosinos, quienes, según la diputada, se han visto obligados a recurrir a servicios médicos privados y asumir grandes deudas para poder acceder a tratamientos y cirugías.
«La única forma en la que podemos lograr que el gobierno federal nos escuche es levantarnos en armas, porque la gente está muy afectada, se han endeudado para pagar tratamientos particulares, y muchos no han podido operarse debido a la falta de atención», afirmó Rocha Medina, quien también destacó la escasez de tratamientos para enfermedades crónicas como la diabetes y la artritis en los hospitales que dependen del gobierno federal.
Por un lado, la propuesta de la diputada ha sido vista como una forma de visibilizar una problemática que afecta a miles de mexicanos, sobre todo en el contexto de un sistema de salud público que, a pesar de los esfuerzos, ha enfrentado serias dificultades para garantizar atención de calidad. La falta de medicamentos e insumos básicos, así como la saturación de hospitales, son situaciones que muchos ciudadanos experimentan a diario, lo que alimenta el descontento social y las críticas hacia la administración actual.
Sin embargo, la sugerencia de una “movilización armada” ha generado controversia. Aunque la diputada probablemente busque generar una respuesta contundente ante la crisis, este tipo de declaraciones puede ser percibido como una incitación a la violencia, lo cual es una solución altamente problemática. Las movilizaciones pacíficas y las exigencias a través de canales institucionales suelen ser más efectivas y menos riesgosas tanto para los ciudadanos como para el gobierno. La violencia o la amenaza de recurrir a ella podría desviar la atención del verdadero problema y generar consecuencias legales y sociales que terminen perjudicando aún más a la población.
En este contexto, la propuesta de Rocha Medina resalta la necesidad de encontrar soluciones inmediatas y viables para una crisis de salud pública que afecta a miles de mexicanos, pero también subraya los riesgos de adoptar enfoques extremos que podrían escalar el conflicto en lugar de promover un diálogo constructivo.