Tras las declaraciones del gobernador Ricardo Gallardo Cardona sobre los “pendientes” de la Iglesia Católica en temas como la pederastia, el vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Tomás Cruz Perales, afirmó que la institución no evade su responsabilidad y ha buscado que se haga justicia en los casos denunciados de abuso sexual cometidos por miembros del clero.
“Todos deseamos que se solucione el problema, que se haga justicia. Ese ha sido también el deseo de la Iglesia”, declaró Cruz Perales, al reconocer que este tipo de delitos han dejado una profunda herida en la credibilidad e imagen de la Iglesia en México y el mundo.
Respecto al caso del exsacerdote Eduardo Córdova Bautista, acusado de múltiples abusos sexuales y actualmente prófugo de la justicia, Cruz Perales aseguró que la Iglesia no tiene conocimiento de su paradero. “Ya no es sacerdote. También tenemos esa incógnita de dónde está”, dijo, señalando que desconocen más información al respecto, al igual que la Fiscalía y diversas organizaciones civiles.
Sobre otro caso polémico —el del sacerdote Salesiano implicado en la muerte de una joven— el vocero explicó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya resolvió el caso y determinó su exoneración.
Cruz Perales reconoció también que México es uno de los países con más denuncias por abuso sexual clerical. Cifras recientes indican que en la última década se han documentado al menos 476 sacerdotes acusados de este tipo de delitos en el país, de los cuales 176 han sido procesados.
“No negamos el problema. Es un mal que ha golpeado a nuestra Iglesia y hemos tratado de responder, tanto con justicia como con medidas preventivas”, aseguró el vocero.
En ese sentido, indicó que el actual arzobispo Jorge Alberto Cavazos Arizpe ha fortalecido las acciones de prevención dentro de la diócesis potosina, implementando procesos de formación y vigilancia para sacerdotes, catequistas y agentes pastorales que trabajan con niños, adolescentes y personas en situación de vulnerabilidad. “La prevención no solo va dirigida a los sacerdotes, sino a todo aquel que esté en contacto con jóvenes”, concluyó.