- Rezago, inseguridad y abandono escolar fue lo que dejó el ciclo escolar 2024-2025
Padres de familia agrupados en la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) expresaron su preocupación por el estado que guarda la educación básica en el país, marcado por rezago académico, inseguridad, deserción y falta de inversión en infraestructura educativa.
En entrevista, Israel Sánchez Martínez, presidente nacional de la UNPF, explicó que, aunque en términos generales las escuelas están respetando el calendario oficial, en algunos estados hubo cierres anticipados no justificados.
En cuanto al desempeño académico, alertó que persiste un rezago educativo profundo, en parte por el uso de libros de texto, además dijo que preocupa el futuro de los estudiantes, en un contexto global donde la inteligencia artificial y la tecnología requieren competencias.
¿Cuál es la percepción que tienen los padres de familia con respecto al ciclo escolar 2024-2025, sobre todo porque hay escuelas que concluyeron las clases antes del 16 de julio?
Recordemos que, a finales de mayo, hubo un plantón de la CNTE en la Ciudad de México que prácticamente duró tres semanas. El primer mensaje que se dio fue que las clases concluirían el 30 de junio, cosa que no ocurrió. Nosotros, sin ningún comunicado oficial, suponíamos que se respetaría el calendario oficial hasta el 15 o 16 de julio, que es cuando está marcado el cierre formal.
En algunos estados han estado haciendo cierres preliminares en ciertos grados escolares. Sin embargo, en términos generales, la mayoría está respetando el cierre del calendario oficial, tal vez saliendo una semana antes por graduaciones y otros eventos. El personal docente y administrativo, entiendo, comienza sus vacaciones a partir del día 15.
Hasta ahora, la mayoría de las escuelas de educación básica han estado operando de manera normal, lo cual, considero, es importante mencionar, ya que para los padres de familia esto representa algo positivo. Estos adelantos de última hora no favorecen en nada, ni para la planeación ni para saber cómo organizar el cuidado de nuestros hijos durante el periodo vacacional.
En esta situación, hasta el momento, no ha habido cambios significativos, salvo en algunos estados donde, por instrucciones de los gobernadores, se han cerrado escuelas sin previo aviso. Eso ha sucedido. Pero, de momento, en el país, relativamente se ha cumplido el calendario. Entendemos que muchos estados, ahora con el plantón —como Oaxaca, Tabasco o Chiapas—, tuvieron que respetar el calendario oficial.
¿En el tema de graduaciones y entrega de calificaciones, cuál es la recomendación para los padres de familia?
Lo principal es que siempre hay que estar atentos. Sabemos, por ejemplo, que las cuotas escolares en el ámbito público no son obligatorias. En algunas ocasiones, ciertas instituciones públicas han condicionado la entrega de documentos o calificaciones al pago de estas cuotas, lo cual no está permitido.
La cuota en las escuelas públicas es de carácter voluntario y no está sujeta a ninguna disposición administrativa. Tampoco existe una ley que obligue a los padres a pagarla, por lo tanto, estas cooperaciones no son obligatorias.
Dicho esto, en primer lugar, se les pide a los padres de familia que, si se comprometieron voluntariamente a colaborar, cumplan con ese compromiso. Pero también es importante señalar que, si por alguna situación —como lo que pasó recientemente con el plantón magisterial, que provocó afectaciones económicas— algún padre perdió su empleo o no puede cubrir la cuota, las escuelas no pueden negar la entrega de documentación por ese motivo. Hacerlo sería una incongruencia.
Por eso, se recomienda estar alerta y, en caso de que se les condicione la entrega de documentos, acudir con las autoridades correspondientes: supervisores escolares, autoridades administrativas o instancias como la Profeco y las contralorías estatales. Estas instituciones están facultadas para recibir denuncias en caso de que se cometa algún acto indebido o de corrupción.
Es importante aclarar que, al tratarse de una cuota voluntaria, no puede haber sanciones para los padres que no la cubran. La única excepción serían situaciones administrativas específicas, como el pago de exámenes extraordinarios u otros trámites oficiales que sí están establecidos como parte del proceso escolar. Fuera de eso, no hay ninguna disposición legal que obligue a los padres de familia a realizar pagos indebidos.
¿Cuál es la evaluación que hacen los padres de familia sobre el desempeño de los menores que concluyen el ciclo escolar?
Sí, mira, yo creo que lo dividiría en tres aspectos:
Primero, sigue habiendo un rezago educativo muy fuerte. El tema de los libros de texto que se han proporcionado a los niños continúa siendo problemático, pues siguen basados en el modelo del ciclo 2023-2024. Estos libros, de hecho, mantienen su carácter ilegal, ya que los planes y programas fueron aprobados de manera irregular. Por lo tanto, las actualizaciones que se han implementado en este y en los dos ciclos más recientes no cumplen con las expectativas educativas, especialmente en materias como ciencias, matemáticas y lectura.
Los rezagos educativos que ya se arrastraban desde la administración pasada y que continúan en esta nueva gestión configuran un panorama bastante complicado. Hay retos importantes por delante.
Segundo, hay que reconocer el trabajo de los maestros. Pese a todas las dificultades, día con día han seguido cumpliendo sus compromisos con el alumnado. Sabemos que muchos han estado bajo presión por parte de los gobiernos estatales para ceder en aspectos que no deberían, pero aun así han dado la batalla en defensa de sus derechos. Y, a pesar de estas condiciones adversas, los docentes han seguido haciendo su labor con los recursos que tienen. No es suficiente, claro, pero con lo poco que disponen han logrado sacar adelante su trabajo, y eso merece reconocimiento.
Tercero, nos preocupa profundamente el futuro de nuestros niños. Con los resultados próximos de la prueba PISA, que se aplicó en mayo, no esperamos buenas noticias. Las evaluaciones han sido limitadas y no nos permiten avanzar en un mundo cada vez más competitivo, donde la inteligencia artificial, el uso de tecnologías y nuevas herramientas están marcando la pauta.
Además, dentro del aula se viven otros retos igual de graves: el bullying, el acoso y el ciberacoso son problemáticas crecientes que requieren atención inmediata. Hay algunos esfuerzos estatales que vale la pena destacar, como en el caso de Querétaro, donde se ha implementado la llamada “Ley Kuri”. Me tocó verla en campo y ha tenido resultados extraordinarios con los alumnos, lo cual da esperanza de que, al menos desde lo local, sí se pueden hacer cambios positivos en el sector educativo.
Todo esto contrasta con un sistema educativo nacional que sigue sin tener pies ni cabeza, y frente a un problema tan serio como la deserción escolar. Estamos llegando a casi 7 millones de niñas, niños y jóvenes que ya no regresaron a las aulas, especialmente a nivel medio superior. Jóvenes que no se reincorporaron al sistema educativo representan un grave problema de abandono social, y eso, sin duda, nos va a perjudicar como país. Por eso es urgente estar alertas y exigir respuestas.
¿Qué es lo que están solicitando los padres de familia para este periodo vacacional, sobre todo en materia de seguridad?
Principalmente, están pidiendo a las autoridades estatales que cuiden las escuelas durante el periodo vacacional. La infraestructura educativa depende, en gran medida, de las administraciones estatales, por lo que se solicita que se le dé mantenimiento y fortalecimiento, además de coordinarse con las autoridades municipales en materia de seguridad pública y prevención, con el fin de que los planteles escolares sean debidamente vigilados.
Yo coincido con muchos padres de familia en que es importante que los directores escolares soliciten formalmente a las autoridades estatales esa coordinación con los municipios, para que se realicen rondines de seguridad en las escuelas. En algunos casos, los Consejos de Participación Social cumplen esa función, pero lamentablemente, en varios estados no se ha fortalecido este vínculo comunitario. Esto es clave para que los padres de familia, vecinos y comunidad cercana a las escuelas tengan canales de comunicación directa con las autoridades para prevenir actos delictivos.
Antes, esto se hacía con más frecuencia, pero en el actual gobierno federal no se ha reforzado esta estrategia. Algunos estados sí han tomado medidas, como es el caso de Guanajuato, donde, a pesar de tener un grave problema de inseguridad, se ha trabajado con la comunidad para que denuncie cualquier intento de robo. Incluso, algunos padres de familia se han organizado para cuidar los planteles, resguardando los equipos de mayor valor en sus hogares hasta el regreso a clases. Ese apoyo ha sido invaluable, no solo para los alumnos, sino también para los docentes.
No debería ser necesario llegar a este punto, porque en teoría existe la seguridad pública estatal y municipal. Sin embargo, es evidente que no ha sido suficiente. Ojalá las autoridades comprendan que cuando se roba en una escuela, se le roba a toda la sociedad, y eso, al final, nos cuesta mucho más. Es especialmente preocupante en un contexto en el que llevamos más de siete años sin una inversión significativa en infraestructura educativa a nivel federal.
¿Cuál es la entidad que mayores problemas ha estado presentando en materia educativa?
Es muy variado. Prácticamente, en el norte del país el principal problema es la seguridad. En esos estados, los temas de inseguridad y adicciones han sido especialmente graves. En la región fronteriza norte, estos problemas se manifiestan en dos sentidos: por un lado, la deserción escolar entre jóvenes, y por otro, el consumo de drogas, principalmente entre estudiantes de secundaria y preparatoria. Aunque la inseguridad afecta a todo el país, en estos estados del norte es donde se ha hecho más evidente.
En la zona centro, el problema más preocupante es la venta de estupefacientes en las inmediaciones de las escuelas, un fenómeno frente al cual las autoridades no han intervenido de manera efectiva.
Por su parte, en el sur del país es donde más se ha agudizado el rezago educativo. Esta región ha sido la más afectada, en parte por la situación sindical. Como se mencionó con el caso de la CNTE, se estima que más de 1,200,000 alumnos ya no regresaron a las aulas. A eso se suman los constantes paros laborales y los conflictos entre sindicatos y el gobierno federal, lo que ha derivado en deserción y abandono escolar por causas políticas, especialmente en el centro-sur del país.
A grandes rasgos, esta es la principal problemática que enfrentan los padres de familia: el bajo rendimiento escolar. Ese sí es un tema que genera mucha preocupación, porque, aunque a nivel nacional los alumnos reciben una beca económica, esto no se ha traducido en un mejor desempeño académico. Esa ha sido una de las grandes fallas del sistema: el apoyo financiero no ha reflejado, en los últimos dos años, una mejora significativa en los niveles de aprendizaje.