El investigador Fernando Díaz Barriga, catedrático de la Facultad de Medicina de la UASLP, alertó sobre riesgos sanitarios en la Huasteca norte y sur tras las recientes inundaciones, al señalar posible contaminación microbiológica y química en pozos y ríos —como el Moctezuma— y en los sedimentos que quedaron en calles, viviendas y escuelas.
El especialista pidió planes preventivos y de contingencia, con énfasis en comunidades indígenas que han quedado desprotegidas y obligadas incluso a buscar agua potable en lancha por la contaminación de sus fuentes. “Es increíble que esto siga ocurriendo”, lamentó.
Claves del llamado
- Contaminación probable: descargas municipales y residuos químicos en el agua y en sedimentos posteriores a la crecida.
- Riesgo persistente: el descenso del nivel no garantiza agua segura; se requiere vigilancia continua de la calidad.
- Infraestructura urgente: dotar a municipios con plantas potabilizadoras de emergencia, generadores eléctricos y lanchas; blindar los pozos, hoy mal protegidos.
- Autoclarificación desigual: algunos pozos pueden mejorar con el tiempo por la fuerza de los manantiales o filtraciones, pero varía por comunidad y no sustituye el monitoreo.
- Limpieza exhaustiva: tras el retiro del agua, sanitizar áreas afectadas por lodo y sedimentos para reducir focos de infección.
Díaz Barriga subrayó que el costo de la inacción puede ser la salud e incluso la vida de quienes tienen menos recursos para enfrentar emergencias, por lo que pidió reforzar la preparación comunitaria, no sólo en cabeceras, sino en localidades rurales e indígenas con mayor rezago en infraestructura y respuesta inmediata.