El Gobierno de la Ciudad de México carece de un censo fiable de damnificados del sismo del 19 de septiembre de 2017, lo que invisibiliza a las personas afectadas e imposibilita saber si fueron desplazadas, si viven con alguna discapacidad, así como conocer sus edades, géneros y escolaridad.
A seis años y medio del siniestro, los habitantes de Pitágoras 316, en la Colonia Narvarte, la mayoría de ellos adultos mayores, aún espera que se concluya con la reconstrucción del inmueble.
Algunos de ellos han tenido que emigrar a otros estados del País, ante los costos de las rentas en la Capital.
«(Los inquilinos) están cansados, hartos, enfermos, deprimidos (…) es una locura, están acabando no sólo con nuestras viviendas, también con nuestras vidas, parece que se están esperando a que la gente se muera«, acusó la vecina Dalia Martínez.
REFORMA solicitó vía transparencia a la Comisión para la Reconstrucción copia del censo más actual de las víctimas del sismo, a lo que la dependencia respondió que el documento es de octubre de 2018, es decir, habría sido elaborado por la pasada Administración local.
Aunque aseguró que el censo está disponible en su página oficial, este no se encuentra publicado, lo que fue confirmado por el Instituto de Transparencia de la Ciudad en un recurso de revisión.
La Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México asegura que el sismo del 19 de septiembre de 2017 dejó 100 mil damnificados, pero se trata sólo de una estimación por ocupación de vivienda y toma en cuenta sólo a aquellos que son poseedores de los inmuebles, planteó una especialista.
Naxhelli Ruiz, investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM, remarcó que tras casi siete años de la tragedia, se carece de un censo fiable de las víctimas.
La especialista recordó que los primeros censos fueron elaborados desde la anterior Administración de la CDMX con deficiencias, debido a que los estudios no eran concluyentes y tampoco tenían metodología estandarizada.
También presentaban errores en la planeación geográfica e, incluso, no todos los afectados fueron contabilizados.
Para Ruiz, sólo existe un censo de beneficiarios de la Comisión que incluye a las personas que ostentan o son poseedoras de un inmueble.
En la actualidad, la dependencia asegura que hay 100 mil damnificados, pero se trata de una estimación por ocupación de vivienda, remarcó.
«No podemos saber ese censo de personas damnificadas o de las características de las personas damnificadas, es decir, yo no lo he visto por ningún lado, supongo que no existe.
«O sea, no tenemos manera de saber quiénes son, qué género tienen, qué edad tienen, a qué se dedican, si hay niños, si hay discapacitados, o sea, ese tipo de datos de personas no lo tenemos, lo que existe es un censo de beneficiarios», comentó la investigadora.
La carencia de un atlas fiable también refleja fallas de origen de la Ley para la Reconstrucción de la Ciudad que aprobaron en su momento los legisladores locales, pues la dependencia no está obligada a dar un seguimiento minucioso de los afectados, como saber cuántos de ellos han recibido atenciones emocionales o psicológicas.
«Lo más grave de la Comisión es que si no estás ahí empujando, no hacen su trabajo, nos perdieron el expediente, nos cambiaron de personal, o sea, de verdad, es la misma pesadilla que ir al Seguro Social, pero en vivienda«, expresó Dalia Martínez.