Rusia afirmó el martes que Ucrania disparó misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos contra una instalación militar en la región fronteriza rusa de Briansk, según medios estatales, en el primer ataque desde que Kiev recibió la autorización de Washington.
«A las 03h25 (00h25 GMT), el enemigo atacó con seis misiles balísticos un emplazamiento en la región de Briansk. Según datos confirmados, se utilizaron misiles tácticos ATACMS de fabricación estadounidense», informaron las agencias de noticias estatales citando un comunicado del ejército.
El Kremlin ya había advertido sobre las consecuencias de tales ataques. La portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova, señaló que el uso de estos misiles significaría «la implicación directa de Washington y sus satélites en las hostilidades», prometiendo una «respuesta apropiada».
La autorización de Biden para que Ucrania use misiles de largo alcance contra territorio ruso llegó en un momento crítico, pocas semanas antes de la investidura de Donald Trump.
Según medios estadounidenses, esta decisión fue una respuesta al despliegue de tropas norcoreanas en apoyo a Moscú.
Ucrania defiende su derecho a estos ataques. «La posición de Ucrania siempre ha sido clara: tenemos pleno derecho a atacar objetivos militares en territorio ruso», declaró el Ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Andrii Sibiga, antes de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
El incidente ocurre en medio de continuos ataques rusos contra Ucrania, incluyendo un reciente bombardeo en la ciudad portuaria de Odesa que dejó 10 víctimas mortales, tras un ataque masivo contra la infraestructura energética del país durante el fin de semana.