La región fronteriza del sur de Texas, que abarca ciudades con una alta población hispana, como Laredo, McAllen y Brownsville, y que durante generaciones fue un bastión demócrata, dio un drástico giro y apoyó al republicano Donald Trump, publicó ayer The New York Times (NYT).
«En ningún lugar de Estados Unidos», señaló el NYT, «los condados históricamente demócratas han cambiado tanto y tan rápido en dirección al ex Presidente Donald Trump como en las comunidades de Texas a lo largo del Río Bravo, donde los residentes hispanos constituyen una abrumadora mayoría».
Por primera vez en décadas, en los Condados de Webb, donde está Laredo; Hidalgo, que incluye McAllen, y Cameron, que abarca a Brownsville y la Isla del Padre, ganó un candidato presidencial republicano, coronando un creciente respaldo a Trump.
En el 2016, Trump sólo ganó cinco de 14 condados fronterizos de Texas, donde sufrió derrotas hasta de 60 puntos, pero en el 2020 acortó distancias y, finalmente, el pasado martes se llevó 12 condados.
Como el resto de Estados Unidos, los votantes destacaron la economía y la migración como sus razones para votar por Trump.