El festival de música electrónica que está previsto para realizarse el próximo sábado en una chinampa de Xochimilco se trata de un atentado con la Zona Patrimonio, advirtieron especialistas.
Ayer, REFORMA publicó que el evento denominado Sonic Jungle Xochimilco Festival contraviene el Programa de Manejo del Área Natural Protegida al tratarse de un evento masivo.
Saúl Alcántara, especialista del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), advirtió como un error por parte de las autoridades el evitar pronunciarse en contra de este tipo de eventos.
«Está en zona de monumentos, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) debería de expresarse», requirió.
Señaló que el festival contraviene el carácter patrimonial de las chinampas, además de que el uso de bocinas durante la noche para reproducir músicagenera desequilibrios en la fauna, como es el caso de los murciélagos, que tienen un papel polinizador en la zona.
«La garceta blanca, todas las aves, el pato mexicano, el zambullidor de pico grueso, el tordo sargento, el pájaro carpintero, el chipe cabeza negra, no van a soportar, se van a espantar con esta disonancia sonora», advirtió.
Destacó que una de las características de la zona chinampera durante la noche es el silencio, que permite, por ejemplo, que tlacuaches realicen rondas nocturnas.
«El silencio es un valor excepcional intangible de Xochimilco, con el murmullo del agua, del viento que toca los ahuejotes y produce un zumbido natural», explicó el experto.
De acuerdo con la promoción del festival, en una chinampa se habilitarán tres escenarios, en los que se presentarán 30 artistas; además de un food court, sanitarios y una barra de venta de bebidas alcohólicas.
La firma Kawiil, que organiza este tipo de eventos desde 2022 en Xochimilco, asegura que el festival se encuentra diseñado para minimizar el impacto ambiental.
Además, desconociendo los esfuerzos que buscan el rescate del axolote en la zona, afirma que dicha especie ya no habita de forma natural en la laguna.
Para el investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Erick Aguilar, la respuesta de los organizadores es insuficiente.
«La excusa de que hay pocos o no hay axolotes no es ninguna justificación, en tanto hay toda una avifauna que vive en los canales», subrayó.
Resaltó que la presencia de asistentes altera el entorno.
«En las horas en que se van a dormir (los animales de la zona), el ruido, las vibraciones, la gente, no es lo más indicado», comentó.
«¿A dónde quieren que se vayan las especies si su entorno está urbanizado?».