Jeffrey Epstein, un millonario estadounidense con conexiones en los círculos más altos de la política y el espectáculo, fue el centro de una red de abuso sexual de menores que permaneció impune durante décadas. Aunque murió en prisión en 2019, el escándalo que dejó tras de sí continúa teniendo eco por la cantidad de víctimas, las omisiones judiciales y las figuras poderosas involucradas.
Una historia de impunidad
Las primeras denuncias contra Epstein surgieron en los años noventa, cuando jóvenes menores de edad comenzaron a señalarlo por abuso sexual. Muchas de ellas afirmaron haber sido reclutadas por su cómplice y pareja sentimental, Ghislaine Maxwell, actualmente condenada a 20 años de prisión por tráfico sexual.
En 2006, la fiscalía de Florida reunió múltiples testimonios y pruebas, pero Epstein logró evitar un juicio federal gracias a un acuerdo legal que le permitió pasar apenas 13 meses en prisión. El trato fue negociado por el entonces fiscal federal Alex Acosta, quien años más tarde sería secretario de Trabajo durante el gobierno de Donald Trump. Acosta renunció tras el resurgimiento del caso.
Un depredador con amigos poderosos
Epstein tejió relaciones con figuras clave del poder mundial: Donald Trump, Bill Clinton, el príncipe Andrés de Inglaterra, el inversionista Glenn Dubin, y el fundador de Victoria’s Secret, Leslie Wexner, entre muchos otros. Si bien no todos han sido acusados formalmente, los vínculos han despertado sospechas y teorías que siguen sin aclararse del todo.
Uno de los testimonios más conocidos fue el de Virginia Giuffre, quien denunció haber sido víctima de tráfico sexual siendo menor de edad. Su valentía impulsó a otras mujeres a hablar, dando pie al juicio que terminó con la condena de Maxwell. La propia Giuffre falleció en abril pasado en Australia, en circunstancias que han reavivado la atención sobre su historia.
¿Qué se oculta aún?
En junio, el gobierno de Donald Trump anunció que no se desclasificarán nuevos documentos del caso, avivando la desconfianza pública sobre el alcance real de la red de Epstein. Aunque muchas teorías circulan, no hay evidencia definitiva que conecte directamente a personajes de alto perfil con delitos sexuales, aunque sí con la estructura de protección que mantuvo impune al millonario durante años.
Los documentos disponibles revelan que Epstein usó su fortuna y contactos para acercarse a instituciones académicas, políticas y filantrópicas. Era visto como un benefactor hasta que la verdad salió a la luz.
El precio del silencio
De acuerdo con organizaciones feministas, el caso Epstein representa uno de los mayores fracasos del sistema de justicia estadounidense para proteger a las víctimas y sancionar a los responsables. Para la UNAM y organizaciones como Médicos Sin Fronteras o Amnistía Internacional, es vital mantener estos casos en la conversación pública para evitar que se repitan.
Por ahora, muchas preguntas siguen abiertas: ¿cómo construyó su fortuna? ¿Por qué fue protegido tanto tiempo? ¿Y cuántas víctimas aún callan por miedo o por falta de justicia?