Donald Trump regresó este martes al tribunal de Nueva York para la recta final de su juicio, en el que aguarda la decisión de los 12 jurados con el riesgo de convertirse en el primer ex Presidente de la historia de Estados Unidos en ser condenado penalmente.
Tras seis semanas de intensos debates, la defensa y la fiscalía tendrán una última oportunidad de convencer al jurado conformado por siete hombres y cinco mujeres. Su veredicto será determinante para el futuro político de Trump, en su carrera por las presidenciales del 5 de noviembre.
«Hoy es un día oscuro para Estados Unidos. Este caso nunca debió haber ocurrido», deploró Trump a su llegada el martes al tribunal de Manhattan.
«Veremos cómo transcurre. Este es un día muy peligroso para Estados Unidos. Es un día muy triste», añadió en declaraciones a la prensa en las que también calificó como «corrupto» al juez Juan Merchan.
Un abogado de Trump le dijo a los miembros del jurado que el ex Presidente es «inocente» y no violó la ley.
«Trump es inocente. No cometió ningún delito y el fiscal de distrito no ha cumplido con la carga de la prueba, punto», dijo el abogado defensor Todd Blanche, quien indicó que las pruebas del caso deberían «dejarlo con ganas» y que el testigo estrella de la Fiscalía dijo «mentiras en el estrado y no se puede confiar en él».
«Las consecuencias de la falta de pruebas que todos ustedes escucharon durante las últimas cinco semanas son simples», dijo Blanche. «Un veredicto de no culpabilidad, punto».
Los argumentos, que se espera que duren todo el día, darán a los abogados una última oportunidad de dirigirse al jurado de Manhattan y sumar puntos finales con el panel antes de que comience a deliberar sobre el destino de Trump,
Por su parte, la Fiscalía insistirá en que el republicano fue culpable de falsificar documentos contables de su emporio, la Organización Trump, para ocultar un pago de 130 mil dólares a la ex actriz porno Stormy Daniels para evitar un escándalo sexual al final de su campaña presidencial de 2016.
Destacará que a través de ese pago, que equipara a un gasto oculto de campaña, Donald Trump «corrompió» las elecciones.
La actriz, cuyo verdadero nombre es Stephanie Clifford, afirma que Trump compró su silencio sobre una relación sexual que dice haber tenido con él en 2006, cuando ya estaba casado con su esposa Melania.