Una provincia de Canadá quiso retar al Presidente estadounidense, Donald Trump, y fue contraproducente.
Ontario, la provincia canadiense más poblada, intentó imponer una sobretasa de 25 por ciento a la electricidad que exporta a Michigan, Minnesota y Nueva York, en respuesta a las amenazas del líder republicano, pero lejos de apaciguarlo, lo provocó.
El estadounidense escaló la mañana de ayer su guerra comercial contra Canadá, advirtiendo que les duplicaría a 50 por ciento los aranceles al acero y aluminio, e insistió en incorporar a Canadá a su territorio.
«Si Canadá no elimina también otros aranceles atroces y de larga data (productos lácteos y agrícolas), aumentaré sustancialmente, el 2 de abril, los aranceles a los automóviles que ingresan a EU, lo que, en esencia, cerrará permanentemente la industria automotriz en Canadá», escribió Trump en su red Truth Social.
Agregó que «lo único que hace sentido» es que Canadá se convierta en el estado 51 de EU.
Sus comentarios causaron nerviosismo en los mercados durante la mañana, antes de recuperarse más tarde.
Ontario retiró la medida contra EU. El Premier, Doug Ford, dijo en Toronto que suspendería la sobretasa de 25 por ciento en la electricidad que exporta a EU.
«La temperatura tiene que bajar«, declaró.
En un comunicado emitido junto a Howard Lutnick, Secretario de Comercio de EU, Ford dijo que las partes se reunirán en Washington mañana y que discutirán la renovación del T-MEC, antes de que se impongan aranceles el 2 de abril.
Más tarde, un vocero de la Casa Blanca informó que Trump también retiraba la amenaza de duplicar a 50 por ciento, a partir de hoy, los aranceles contra el acero y aluminio canadienses.
Por su parte, Mark Carney, quien sucederá a Justin Trudeau como Primer Ministro de Canadá en los próximos días, se reunió con la Embajadora de Canadá en EU, Kirsten Hillman.
«Hoy me reuní con la Embajadora Hillman para hablar sobre los aranceles estadounidenses sobre los productos canadienses. Si bien no podemos controlar al Presidente Trump, podemos controlar cómo respondemos: apoyando a nuestros trabajadores y construyendo una economía más fuerte y resiliente para nuestro futuro», destacó Carney.