- Especialista advierte que el 40% de los casos de cáncer en el país podrían prevenirse
El cáncer sigue siendo un problema epidemiológico a nivel mundial. Las tasas de detección continúan en aumento en todo el mundo, incluyendo América y México. Proyecciones indican que para 2040 el número de diagnósticos podría aumentar hasta en un 60%.
En entrevista para Ingrata Noticia, el Dr. José Rogelio González Ramírez Benfield, oncólogo médico especializado en Terapia Molecular Basada en Genes, expone la situación del cáncer en México, los retos en su atención y la importancia de la prevención.
¿Cuál es la situación del cáncer en México?
El cáncer sigue siendo un problema epidemiológico a nivel mundial, ya que las tasas de detección continúan en aumento en todo el mundo, en América y en México. Incluso, existen proyecciones que indican que para 2040 el número de diagnósticos de cáncer podría aumentar hasta en un 60%.
Sin embargo, se estima que el 40% de los casos diagnosticados podrían prevenirse, ya que están relacionados con factores modificables del estilo de vida, lo que permitiría reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Por otro lado, también hay un dato positivo. Aunque hasta 2020 la mortalidad por cáncer iba en aumento, desde ese año hasta la fecha, según datos del INEGI, las tasas de mortalidad han mostrado una tendencia a la baja en México. En los últimos dos años, se ha registrado una ligera disminución en el número de muertes por cáncer, lo cual es alentador. Si bien aún no se ha logrado un impacto significativo en la reducción de nuevos casos, sí se ha conseguido disminuir la cantidad de vidas perdidas por esta enfermedad.
¿Cuál es el cáncer más común en México y hay algún grupo de riesgo identificado?
El cáncer tiene una distribución regional en el país. Los estados más afectados son Ciudad de México, Sonora, Veracruz, Colima, Morelos y Chihuahua, donde se registra una mayor incidencia.
La edad es un factor determinante en el riesgo de desarrollar cáncer. Antes de los 50 años, el riesgo es de aproximadamente 60 casos por cada 100,000 habitantes. Sin embargo, al superar esa edad, la probabilidad prácticamente se duplica, alcanzando entre 110 y 115 casos por cada 100,000 habitantes. Después de los 60 años, el riesgo aumenta aún más, llegando hasta 200 casos por cada 100,000 habitantes. Este crecimiento exponencial resalta la importancia de intensificar las medidas de detección temprana a partir de los 50 años.
En cuanto a los tipos de cáncer más comunes en México, el cáncer de mama ocupa el primer lugar a nivel nacional, seguido por el cáncer de próstata, el cáncer de pulmón y el cáncer de colon. Estas cuatro enfermedades representan entre el 50% y el 60% de los casos detectados en el país.
¿Qué tan importante es la prevención?
De los 195,000 casos de cáncer que se detectan en el país cada año, se estima que el 40% podrían prevenirse. Esto se debe a que están relacionados con hábitos sociales e individuales.
Sabemos que el consumo de tabaco está directamente vinculado con una gran cantidad de tipos de cáncer. El consumo de alcohol también tiene una relación directa con varios tipos de la enfermedad. Además, otros factores como el exceso de grasa corporal y la obesidad están completamente relacionados con un mayor riesgo de cáncer. La alimentación también juega un papel clave: una dieta baja en fibra y alta en grasas de origen animal genera un estrés en el cuerpo que acelera el envejecimiento y aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Asimismo, la falta de actividad física y el sedentarismo son factores que contribuyen al riesgo. Si en un escenario ideal toda la población adoptara hábitos saludables, podríamos reducir hasta en un 40% los casos de cáncer.
Por ello, la prevención es fundamental. Sin embargo, por más estrategias que establezcan las instituciones de salud, los equipos médicos o el gobierno, sigue siendo un gran reto, ya que se trata de decisiones personales. No es algo que pueda imponerse de manera obligatoria. Es por eso que existen regulaciones sobre el consumo de tabaco y alcohol, así como advertencias en los alimentos.
En el caso de México, ¿cómo estamos en cuanto a tratamientos, atención médica y especialistas?
El acceso a la atención oncológica sigue siendo un gran reto, especialmente en términos de acceso universal. La oncología y sus diversas subespecialidades continúan estando concentradas en las capitales, lo que dificulta que muchas comunidades tengan infraestructura oncológica de primera mano.
El traslado de pacientes a los centros oncológicos sigue siendo un desafío, al igual que la distribución de oncólogos en el país. Existe una necesidad de más especialistas, pero también de una distribución más equitativa a nivel nacional para garantizar una atención accesible para todos.
En cuanto al equipamiento, en los últimos 10 años se han logrado avances importantes en las instituciones públicas, con la implementación de nueva tecnología para el tratamiento del cáncer. Además, se ha mejorado el acceso a medicamentos innovadores, aunque estos aún tardan en estar disponibles en el sector público, lo que afecta el derecho a la salud de muchos pacientes.
No obstante, se han hecho esfuerzos por garantizar un acceso más equitativo a la atención oncológica y a los tratamientos de última generación.
¿Cuál es el mensaje que, como especialista en oncología, le gustaría dar a las personas que nos están leyendo en este momento?
El cáncer menos peligroso es el que nunca se desarrolla, por eso la prevención es clave. La modificación de hábitos es lo que realmente nos ayuda a reducir el riesgo, y es fundamental insistir en este tema. No existe un remedio que lo evite por completo; todo se trata de adoptar hábitos saludables.
Otro aspecto esencial es la detección oportuna. Si queremos reducir la mortalidad por cáncer, el diagnóstico temprano es fundamental. Sin embargo, aún vemos pacientes que, por miedo a recibir un diagnóstico negativo, postergan su revisión médica. Muchas personas no se realizan su mamografía anual, no acuden a su chequeo prostático periódico o ignoran síntomas persistentes, lo que puede llevar a una detección tardía y comprometer su vida.
Por ello, es crucial mantener la disciplina en hábitos de salud para la prevención. Cuando existen recomendaciones de estudios de monitoreo por riesgo, es importante realizarlos en el momento oportuno y no posponerlos. Además, si presentamos algún síntoma persistente en cualquier parte del cuerpo, debemos acudir al médico para una valoración temprana. Estas son las bases fundamentales para reducir la mortalidad por cáncer en México.