Tas las recientes lluvias, diversas avenidas que fueron rehabilitadas por el Ayuntamiento de San Luis Potosí presentan ya baches, hundimientos y desprendimiento del asfalto. Al respecto, el alcalde Enrique Galindo Ceballos minimizó los daños y declaró que “es normal” que estas obras resulten afectadas por el agua.
Vialidades como Chapultepec, Garza Sada y Tercer Milenio, promocionadas dentro del programa municipal “Vialidades PotoSÍnas”, se encuentran hoy en condiciones deplorables, a pesar de haber sido entregadas hace menos de un año. Una de las más criticadas ha sido la avenida Chapultepec, entre Cartaya y Rocha Cordero, cuya rehabilitación costó más de 2 millones 900 mil pesos.
Durante su declaración, Galindo Ceballos no ofreció explicaciones técnicas sobre la baja calidad del reencarpetado, y responsabilizó a las lluvias de los desperfectos. “Baja mucha agua por esas zonas”, señaló, sin asumir responsabilidad directa por la ejecución o supervisión de las obras.
Vecinos de diversas colonias han expresado su molestia, al señalar que mientras zonas de alta plusvalía reciben mantenimiento inmediato, colonias como Simón Díaz, Satélite o Las Terceras llevan años sin ser atendidas. «El dinero se gasta en avenidas mediáticas y se olvida lo verdaderamente urgente», reclamaron habitantes del sur de la ciudad.
La situación ha generado señalamientos no solo por la baja calidad de las obras, sino también por la falta de atención en otras zonas populares y por los viajes constantes del alcalde al extranjero. Recientemente, Galindo visitó Europa en el marco de una audiencia con el Papa León XIV, lo que ha sido considerado como un contraste frente al abandono que enfrentan muchas colonias de la capital.
Organizaciones ciudadanas exigen una auditoría a las empresas responsables del reencarpetado y al programa Vialidades PotoSÍnas, pues consideran que muchas de las obras han sido más mediáticas que funcionales. También piden sanciones para los funcionarios responsables de aprobar trabajos que no cumplen los estándares de calidad.
“La ciudad no se inunda por el clima, se hunde por la falta de planeación”, sentenció uno de los colectivos vecinales.