La presa San José es una joya arquitectónica que comenzó su construcción en 1941, finalizó en 1945 y fue inaugurada el 3 de octubre de 1946. Su impresionante cortina de piedra pulida, con más de 100 metros de largo, 32 metros de altura y siete metros de grosor en la parte más alta, la ha convertido en un emblema de la ingeniería hidráulica en San Luis Potosí. A lo largo de los años, este sitio ha sido escenario de actividades recreativas y deportivas, como el rapel y paseos, que atraían tanto a potosinos como a visitantes.
Sin embargo, hoy en día la situación es completamente diferente. La presa se encuentra en total abandono. Las escaleras, las áreas de comida y otros espacios están llenos de suciedad, mientras que la desolación predomina desde hace más de siete meses, cuando las autoridades prohibieron las actividades por temor a deslaves. El lugar, que alguna vez fue vibrante con deportistas y paseantes, ahora está vacío, sin personal para realizar mantenimiento.Uno de los problemas más visibles es la acumulación de lirio acuático y otras hierbas que cubren gran parte del vaso captador, lo que impide apreciar el agua que lo llena. Además, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportó recientemente que la presa está a poco más del 60% de su capacidad, una cifra alarmante que continúa descendiendo.Es evidente que la presa San José necesita ser rehabilitada y puesta en condiciones óptimas para la población. Las autoridades deben priorizar la limpieza del lugar, incluyendo la eliminación del sargazo y las hierbas, así como la reparación de las fugas de agua y la infraestructura de seguridad. La urgente retirada de la basura y el mantenimiento del sitio son esenciales para que los ciudadanos puedan regresar a disfrutar de este icónico lugar con seguridad.