El Zoológico Nacional de Estados Unidos recibió finalmente dos nuevos pandas, 11 meses después de enviar de regreso a China a sus tres populares osos: Mei Xiang, Tian Tian y su cachorro Xiao Qi Ji.
Los pandas gigantes de tres años de edad, llamados Bao Li y Qing Bao, viajaron de China al Aeropuerto Internacional Dulles, en los suburbios de Virginia, con una escala para cargar combustible en Alaska. Fueron subidos a camiones especiales de FedEx y llegaron al zoológico poco antes del mediodía.
“Nuestro equipo ha trabajado arduamente para prepararse para la llegada de los pandas, y estamos encantados de recibir a Bao Li y a Qing Bao en Washington D.C., el único lugar donde puedes ver pandas gigantes de manera gratuita en la nación”, dijo Brandie Smith, la directora del Zoológico Nacional y quien viajó a China para participar en las ceremonias de despedida para los osos que realizan en la nación asiática.
“Como resultado de nuestras labores colectivas, hoy celebramos con alegría un nuevo capítulo de nuestro programa de cría y conservación del panda gigante de 52 años de antigüedad”.
El zoológico fue cerrado el martes para facilitar la llegada de los pandas. Los osos permanecerán en cuarentena durante al menos 30 días. Un comunicado del zoológico fija el 24 de enero de 2025 como fecha para el debut oficial de los pandas ante el público y la reapertura del renovado recinto panda.
Bao Li (energía preciosa) y Qing Bao (tesoro verde) llegarán a Washington como parte de un nuevo acuerdo por 10 años con las autoridades chinas.
El acuerdo anterior expiró el año pasado, lo que provocó cierta preocupación entre los estadounidenses amantes de los pandas por el hecho de que Beijing estuviera retirando gradualmente a sus peludos embajadores de la amistad de los zoológicos estadounidenses en medio de crecientes tensiones diplomáticas.
Las parejas reproductoras de los zoológicos de Memphis y San Diego regresaron a China con anterioridad, y los cuatro pandas del zoológico de Atlanta partieron hacia China la semana pasada.
Esa ansiedad se convirtió en optimismo en noviembre del año pasado, cuando el Presidente chino, Xi Jinping, manifestó públicamente su deseo de continuar con los programas de intercambio de pandas. Este año, una nueva pareja de osos fue entregada al zoológico de San Diego, mientras que otra pareja ha sido prometida a San Francisco.
En Washington, los funcionarios del Zoológico Nacional mantuvieron silencio sobre las negociaciones para un nuevo acuerdo con los pandas, pero se mostraron optimistas al respecto y pusieron en marcha una renovación multimillonaria de su recinto como preparación. A finales de mayo, Smith, la directora del zoológico, y la Primera Dama estadounidense, Jill Biden, anunciaron que Bao Li y Qing Bao llegarían al término del año.
Los pandas se han convertido en uno de los símbolos no oficiales de la capital estadounidense, desde 1972, cuando el primer par —Ling Ling y Hsing Hsing— fue enviado como regalo del Primer Ministro chino Zhou Enlai tras la histórica visita diplomática del Presidente Richard Nixon a China. Más tarde se firmaron una serie de acuerdos de cooperación de 10 años de duración.
“Los pandas gigantes son una parte emblemática de la historia de Washington D.C., tanto para los habitantes como para los viajeros”, declaró Elliott L. Ferguson II, presidente y director ejecutivo de Destination DC.
“El interés y la emoción asociados a su regreso benefician directamente a toda la ciudad, atrayendo más interés y visitantes a nuestros hoteles, restaurantes y otras atracciones”.
Los términos exactos del acuerdo siguen sin estar claros. En acuerdos anteriores por 10 años, el Gobierno chino recibía 1 millón de dólares al año, por cada panda. Cualquier cachorro nacido en zoológicos del extranjero generalmente es enviado a China antes de que cumpla 4 años.
Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Washington, atribuyó a las décadas de cooperación el avance de la investigación en la conservación y cría del panda. Durante la vigencia de estos acuerdos, los pandas gigantes han sido reclasificados de especie amenazada a meramente vulnerable.
“La actual ronda de cooperación se centrará en la prevención y el tratamiento de enfermedades, así como en la protección de los hábitats y las poblaciones silvestres de pandas gigantes”, señaló Liu en un correo electrónico.
“Esperamos que la llegada de los pandas inyecte un nuevo ímpetu a los intercambios entre China y Estados Unidos, y ayude también a estabilizar la relación bilateral en general”.